A partir del año entrante, cada vez que usted vaya a un restaurante McDonald’s, no deberá voltear el mantel de papel que viene en la bandeja para saber cuántas calorías tienen los alimentos que usted comerá.
La empresa Arcos Dorados, que maneja la franquicia en Costa Rica y Latinoamérica, dijo ayer que esta información estará de forma más visible en el menú para que se vea a la hora de ordenar.
“Es importante que nuestros clientes estén bien informados al momento de elegir nuestros productos; la información disponible en el menú tiene gran relevancia”, expresó en un comunicado de prensa Woods Staton, presidente de Arcos Dorados.
En Estados Unidos estos cambios comenzarán a regir la semana entrante. En ese país estas medidas se toman como respuesta a la ley nacional de asistencia sanitaria, que obliga a los restaurantes de comidas rápidas a dar información sobre su menú.
Como ejemplo, usted podrá ver que (según los datos brindados para Estados Unidos) una hamburguesa Angus con queso y tocino tiene 790 calorías; un Big Mac, 550; la hamburguesa sencilla, 250; y las papas grandes, 500. Esto no incluye el refresco.
Incluso, en su página de Internet ya tienen una lista, conocida como “los favoritos debajo de 400”, con productos con menos de 400 calorías, dentro de los que destacan –según el restaurante– la quesoburguesa (300 calorías), las papas medianas (280 calorías) y la ensalada con pollo grill (190 calorías, sin aderezos).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un niño debe comer 1.800 calorías al día y un adulto, entre 2.000 y 2.500.
¿Cuán sanos son estos productos? Aunque habría que ingresar directamente a la cocina del restaurante para saberlo a ciencia cierta, nutricionistas consultadas por La Nación aseguraron que sí hay profesionales en alimentos detrás de estos planes.
“La información que uno ve en estos productos es manejada por profesionales. No es el ideal de una comida sana, pero uno tiene opciones para comer cuando no tiene mucho tiempo o dinero. Eso sí, hay que saber leer y no abusar”, dijo la nutricionista Adriana Navarro.
Moderación. La cadena de comidas rápidas comenzó a cambiar su menú en el 2007, al introducir ensaladas y yogur, y quitar grasas trans.
En el 2011 también redujo el sodio en sus productos, bajó la cantidad de papas en el menú infantil “Cajita feliz” e incluyó una porción de piña y dio la opción de ensalada en los combos de adultos.
No obstante, los nutricionistas afirman que esta comida se debe seguir comiendo con moderación.
“Es una muy buena iniciativa, que, sin duda, ayudará a la nutrición, pero esto no quiere decir que estos alimentos deban consumirse a cada rato. La alimentación en el hogar no puede sustituirse. Muchas de las comidas rápidas son fritas, y esa no es la forma más saludable de cocinar”, dijo la nutricionista Nahida Andrawus.
Navarro opina que la información nutricional en los restaurantes es vital: “Las personas que tienen a mano la información de lo que comen consumen sus alimentos con más cuidado”, dijo.
Ambas especialistas aclaran que en nutrición no solo es importante conocer las calorías, sino también la grasa, carbohidratos y nutrientes de cada comida.