Madre trabajadora: ‘Con mi ejemplo, mi hija aprendió que se disfruta lo que cuesta’

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Colaboradora

Rocío Cambronero es pediatra, esposa y mamá de Sofía, de 11 años, y de Daniela, de apenas dos meses de nacida.

Ella sabe bien lo que es trabajar fuera del hogar, incluso en turnos de noche, haciendo guardias en el Hospital Nacional de Niños.

Sofía ha crecido viendo a su mamá salir de la casa rumbo al hospital y, para ella, es completamente normal que las madres trabajen fuera de casa.

Cambronero asegura que no ha sido nada sencillo, pero es la vida que eligió y que la hace sentirse realizada. “En mi caso, sí he podido ver cómo mi hija ha desarrollado ciertas habilidades como la independencia y la responsbilidad con que ella asume las tareas. Con mi ejemplo, ha aprendido que se disfrutan las cosas que cuestan, que la vida brinda oportunidades de crecimiento, pero hay que esforzarse mucho para alcanzarlas”, explicó. A pesar de los beneficios que menciona, también reconoce que existen desventajas.

Por ejemplo, le inquieta no estar allí siempre, para fomentar en su hija algunos hábitos importantes para ambas.

“ Siento que el no estar para recibirla cuando llega de la escuela y sentarme con ella a hacer las tareas temprano, influyó para que no generara ese hábito. No es lo mismo llegar tarde y cansada a revisar las tareas con ella. Tampoco es igual estudiar o repasar en la noche, porque estamos todos más cansados y, definitivamente, cuesta más”.