PARÍS. AP El atractivo de los zapatos de tacón alto no es secreto entre las mujeres, que los han usado para atraer a los hombres desde tiempos antiguos.
Un nuevo estudio en Francia ha medido este “poder”.
Científicos de la Universidad de Bretagne-Sud realizaron experimentos que mostraron que los hombres se comportan de manera muy diferente ante mujeres que llevan tacones altos.
El estudio concluyó que si una mujer con tacones altos deja caer un objeto en la calle, tiene 50% más probabilidades de que un hombre se lo recoja que si tiene puesto calzado sin tacón, revela la edición digital de la revista especializada Archives of Sexual Behaviour .
La pesquisa confirmó que una mujer con tacones tiene dos veces más probabilidades de lograr que los hombres se detengan en la calle a responderle una encuesta.
Además, el análisis reveló que una mujer en tacones altos debe esperar la mitad del tiempo que las de calzado sin tacón para que se le acerque un hombre. “El tamaño de los tacones de una mujer ejerce un efecto poderoso en el comportamiento de los hombres. Sencillamente, hacen que la mujer se vea más hermosa”, dijo el autor del estudio, Nicolas Gueguen.
“En una relación de seducción, los hombres se sienten muy atraídos por una mujer en tacones porque se ve más alta, exhibe más confianza y muestra una silueta más alta en que se le destacan los glúteos”, agregó Jean Kaufmann, sociólogo, quien no participó en el estudio.
Para hacer este análisis fueron escogidas voluntarias de 19 años con zapatos negros y tacones de 0,5 cm, 5 cm y 9 cm.
Las voluntarias entonces abordaron a hombres de entre 25 y 50 años en una variedad de circunstancias.
En una de ellas, pedían ayuda a los varones para contestar una encuesta sobre la igualdad de género. Las de tacón alto obtuvieron un 83% de ayuda, las de tacón medio, 63%, y las de calzado sin tacón tuvieron un índice de respuesta del 46,7%.
Lo negativo. Sin embargo, los tacones altos pueden provocar dolor de espalda y aumentan el riesgo de lesiones en los tobillos. Su uso prolongado puede afectar los tendones de la pantorrilla.
En términos sociales, los defensores de los derechos de la mujer también han objetado su uso diciendo que refuerzan el estereotipo misógino: que las mujeres son objetos sexuales para el disfrute de los hombres.
Los tacones altos tuvieron un comienzo poco auspicioso: los primeros que los usaron fueron los carniceros en Egipto, que se los ponían para caminar entre las vísceras en el suelo.
No obstante, en las mujeres, los tacones altos como “símbolo de la feminidad” surgieron inicialmente en la antigua Grecia y Roma”, según Elizabeth Semmelhack, del Museo Bata de Calzado.
En Roma, donde el comercio sexual era legal, los tacones altos ayudaban a los clientes a identificar prostitutas en la calle.
Y aunque los tacones altos se usaron durante siglos en el imperio otomano y Persia para montar a caballo, demoraron hasta los años 1.500 en llegar a Occidente, donde se les vinculaba con el poder imperial y se popularizaron como artículo erótico en los siglos XIX y XX.
Este estudio muestra que el atractivo sigue siendo poderoso.