Los buenos modales se aprenden en la infancia

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Venezuela (El Nacional). Es común escuchar que los niños son como esponjas, pues todo lo que ven y oyen lo absorben. Sin embargo, los padres muchas veces olvidan esta afirmación y, a través de sus actuaciones, provocan que sus hijos adquieran malos hábitos.

Por eso, siempre deben mostrar cortesía, conducirse de forma correcta y emplear un lenguaje adecuado.

Decir las palabras mágicas. No son muchas, pero una vez pronunciadas tienen un poder prodigioso. Buenos días, hasta luego, por favor, gracias, de nada, permiso y perdón abarcan el repertorio que la mayoría de los adultos emplean en circunstancias en las que quieren saludar, pedir algo, agradecer, disculparse, intervenir en una conversación o retirarse de un lugar.

Lucía Dragonetti, psicoana lista infantil, explica que no es necesario forzar al niño a decirlas.

Si recibe un regalo no se le debe preguntar: Hijo, ¿cómo se dice? El sólo hecho de que desde bebé haya escuchado a los adultos expresarse de forma cordial, automáticamente hará que repita la misma conducta.

Pero si por el contrario en el proceso de socialización ­a los dos o tres años de edad­ observa que los mayores no se comportan con respeto puede entrar en un acto de rebeldía, añade la especialista.

Mariana Disassio, licenciada en Educación, señala que otro factor que influye en el aprendizaje es que los padres expliquen el porqué de cada norma a través de situaciones cotidianas para que así el niño tenga mayor comprensión. Controlar las funciones corporales.

Los problemas de los há bitos corporales surgen cuando están mal inculcados o no los hay. En esta situación los papás necesitan aclarar que si las reglas no se usan adecuadamente hay consecuencias de las que serán responsables, argumenta Jurado.

El libro de Titina Penzini, 100% chic for Kids ­Cómo estimular el buen gusto en tus hijos­ presenta un apartado de consejos de cómo inter venir ante malas costumbres. No te metas los dedos en la nariz es la típica frase que se enseña al bebé incluso cuando aún no sabe hablar.

Para esas emergencias recomienda llevar siempre un kleenex y un gel antibacterial para eliminar los microbios de las manos. Escupir, mascar chicle con la boca abierta y bostezar son conductas inaceptables según lo que establece el Manual de Carreño.

Ciertamente hay otras necesidades inevitables como toser, estornudar y expulsar gases. Sin embargo, existen medidas para controlarlas, para el primer y segundo caso se recomienda tapar la boca con la parte interna del codo ­nunca con la mano porque se acumulan las bacterias­. Para el último, requiere acudir a un baño cercano. Dentro de este esquema en tra la higiene.

Penzini propone cinco pasos diarios que incluyen: lavar la cara con jabón neutro, ducharse todos los días y después del deporte, emplear productos capilares, usar colonia y aplicar desodorante.

Compostura en desayuno, almuerzo y cena. Algunas alte raciones en el comportamiento infantil se originan porque los papás no están atentos de ciertos detalles como por ejemplo, que en las comidas no respeten las normas básicas. La contrapartida comienza con invitarlos a sentarse en la mesa con las manos limpias ­las niñas bien vestidas y los niños con camisa pero sin gorras­, y servilleta sobre las piernas.

Debe empezar a comer cuando el resto lo haga, siempre picando pequeños trozos y con la boca cerrada. Durante la comida se con versa sobre las faenas del día y otros intereses. Rechace la costumbre de chatear por teléfono, responder llamadas, escuchar música o jugar con algún videojuego. Dragonetti añade que en ocasiones los padres para distraer a sus hijos los dotan con los gadgets de moda pero no se dan cuenta de que perjudican sus modales.

En restaurantes se aplican las mismas normas. Cuando ingresa al local explíquele que no corretee para alcanzar el mejor el lugar, por el contrario espere a que le asignen un puesto. Al recibir la carta sugiera una opción que pudiera gustarle.

¿Pero qué hacer cuando se derrama líquido? Son situaciones que ocurren, sólo llame al mesonero para que solvente el incidente. Al final de la velada recuerde agradecer la invitación de comer fuera, sus hijos copiarán ese gesto. Buen vestir.

Después de los cinco años de edad es necesario enseñar a los pequeños a vestirse por su cuenta.

Dependiendo del momento se requiere un atuendo diferente, lo importante es que el pequeño participe en la escogencia. En fiestas formales, las niñas pueden lucir vestidos o faldas con bordados delicados.

Los leggins y pantalones de colo res van acordes con un look casual. Los accesorios marcan la pauta en la feminidad, por eso no deben pasarse por alto. Los varones durante even tos importantes no requieren necesariamente un traje basta con un pantalón azul marino, blazer, camisa de cuello blanca o de rayas.

Para una ocasión más sencilla no puede faltar un jean oscuro o pantalones caqui combinados con franelas. Asimismo, hay que explicar les que la ropa requiere estar limpia, planchada y libre de rotos.

Inculque a sus hijos que luego de la escuela se quiten el uniforme, lo coloquen en el cesto de la ropa sucia y procedan a vestir algo cómodo en casa, así no se desgastará la ropa de salir. Fomente el uso de pantuflas o sandalias para evitar que las medias se percudan o se ensucien los pies.