¿Le gustaría salir a caminar? Aprenda cómo hacerlo bien

Empezar despacio y ser constante, mejorará la condición física del caminante

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¿Se decidió a hacer ejercicio, ya sea para bajar algunos kilos, ayudar a aliviar algún padecimiento, o, en general, mejorar su salud?

¿Comenzó a caminar o a trotar por las mañanas y aunque, usualmente, se siente mejor, los resultados en su cuerpo tardan aún en aparecer?

¿Le parece familiar esta situación? Por el afán de perder peso con mayor rapidez, muchas personas adoptan prácticas poco convencionales para acelerar el proceso.

Por ejemplo, ¿ha escuchado de quienes se envuelven en plástico de cocina o se cubren con capas y capas de ropa cuando salen a caminar? ¿Qué hay de aquellas personas que trotan con pesas en los tobillos o en las manos o con un pesado bulto en sus espaldas?

Desde ya le advertimos de que todas estas prácticas pueden ser bastante dañinas. Y, más aún, no lograrán un gran impacto en su intento por reducir tallas.

Un buen comienzo. La mejor forma de iniciar cualquier rutina de ejercicio, y en este caso la caminata diaria, es lenta y progresiva. Según la nutricionista especializada en deporte Marianela Obando, lo ideal es que cada persona lo haga de acuerdo con sus capacidades físicas.

“Una persona totalmente sedentaria podrá empezar con 15 minutos diarios de caminata, hasta completar unos 45 minutos. Inicie caminando, luego alternando ambas. Después de eso, trote a intensidades moderadas”, aconsejó la especialista.

De acuerdo con la Clínica Mayo, en Estados Unidos, caminar con regularidad le ayudará a mantener un peso saludable, prevenir enfermedades cardiovasculares, fortalecer los huesos y mejorar su estado de ánimo.

Por ello, es importante tomar algunas medidas para aprovechar la caminata al máximo.

Primero, consiga el equipo apropiado: zapatos deportivos cómodos y ropa de ejercicio, ya sea de algodón u otra tela que respire.

Si camina de día, procure siempre usar bloqueador. Si lo hace de noche, utilice ropa reflectiva o de colores llamativos, por seguridad.

“El mejor momento para caminar dependerá de su disposición de tiempo y siempre lo ideal será que coma antes, dejando un tiempo prudente de por lo menos una hora antes de salir a ejercitarse”, recomienda Obando.

En cuanto a la hidratación, se recomienda mantener una hidratación diaria de seis a ocho vasos de agua para aquellas personas que se ejercitan por salud.

Durante el periodo de actividad física, medio litro de agua por hora es suficiente para mantener niveles de hidratación adecuados, según el Colegio Americano de Medicina del Deporte.

Al finalizar, Obando recomienda ingerir un 150% del líquido perdido durante la caminata para reponer el agua eliminada tanto por el sudor como por la orina. Se debe tomar durante las primeras seis horas después del ejercicio.

Medidas extremas. La lógica detrás de la práctica de envolverse en plástico, ponerse capas y capas de ropa o utilizar fajas reductoras mientras se ejercita, está relacionada con la concepción errónea de que la reducción focalizada o por zonas es posible.

Si bien puede parecer que pierde peso, lo que libera su cuerpo con estos métodos es agua y no grasa. Lo mejor para lograr mejores resultados, es caminar con mayor frecuencia y rapidez o incorporar unos minutos de trote en cada sesión.

“Las bolsas plásticas o capas en el cuerpo, lo único que logran es aumentar la pérdida de agua corporal y no de grasa corporal, caso contrario por lo que la gente las utiliza. El peso perdido lo recuperará apenas ingiera los mismos gramos en mililitros de agua”, dice Obando.

Igual pasa al caminar con peso adicional. “Las pesas en las manos o tobillos no afectarán si los rangos articulares no se ven afectados o aumentados, lo cual puede ser complejo de lograr”, añade la experta.

Por ello, en lugar de afectar su buena postura, movilidad y arriesgarse a dañar algún músculo o articulación, deje las pesas en la casa y camine con libertad. Después habrá tiempo para realizar ejercicios de resistencia.

Lo importante a la hora de empezar a caminar o trotar, es llevar un ritmo cómodo, estar preparado, calentar previamente, observar las señales de su cuerpo y disfrutar del ejercicio.

Es bueno consultar a un médico antes de iniciar cualquier régimen de actividad física.