Incontinencia urinaria y vida sexual, ¿cómo enfrentar el problema para disfrutar en pareja?

Especialistas expresan que existen medicamentos, terapias y cirugías para los casos más graves, pero que lo más importante es hablar del tema y aclarar mitos

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La incontinencia urinaria no es una enfermedad grave, pero sí lesiona la salud emocional y la calidad de vida. La sexualidad no es la excepción.

Un estudio publicado en la revista ‘BJU International’ arrojó que, en un grupo de 3.805 personas, las mujeres con incontinencia urinaria vieron disminuida su actividad sexual y su excitación durante el último año.

Los hombres con este padecimiento sufrieron disminuciones en su libido y mayores dificultades para la erección y el orgasmo.

Hay dos tipos distintos de incontinencia: la llamada de esfuerzo, que se produce cuando la persona tose, estornuda o, como su nombre lo indica, hace algún esfuerzo.

En este grupo también está la incontinencia coital, que es un tipo de incotinencia de esfuerzo que se da cuando se escapan gotas de orina durante el acto sexual. Se estima que tres de cada diez personas con incontinencia por esfuerzo tienen incontinencia coital.

Además, está la incontinencia de urgencia, que es cuando la vejiga funciona independiente del cerebro y la persona no puede decidir cuándo orinar.

Este padecimiento es mucho más común en la población femenina que en la masculina Por cada hombre con incontinencia urinaria, hay cuatro mujeres. Esto se debe, en gran parte, a los embarazos, que muchas veces llegan a aumentar el tamaño de la uretra, o más bien a la menopausia, donde se da el fenómeno de “uretra corta”, que hace que la orina salga más rápido y que la incontinencia sea más severa.

Lo más común en muchos casos es rechazar el encuentro sexual por vergüenza o miedo a despedir malos olores. Los pacientes también se enfrentan al temor de que la pareja no vaya a entender la situación y se sienta incómoda. Sin embargo, si esto no se habla los problemas en la relación pueden aumentar.

"Es poco usual que las personas sean abiertas para hablar seriamente de su vida sexual, en especial, si se trata de una situación incómoda como tener escapes de orina, mientras estás con una pareja. En consulta no es la excepción, en mi trabajo es bastante frecuente que los pacientes inicien con la frase ‘qué vergüenza’ o ‘me da mucha pena’, en ocasiones interrumpen la entrevista cuando se aborda la vida sexual, porque piensan que no tiene relación un tema con el otro,” comentó Elena Arias, fisioterapeuta especialista en rehabilitación del suelo pélvico.

¿Cómo combatir el problema?

Los especialistas indican que hay terapias, medicamentos y, en los casos más graves, cirugías que pueden ayudar a solventar la incontinencia urinaria. No obstante, la recomendación principal es hablar con la pareja y aclarar dudas, inseguridades y buscar estrategias entre ambas personas.

Estos son otros consejos que podría poner en práctica para que la incontinencia no afecte su vida sexual.

* Desocupe completamente su vejiga antes de iniciar su actividad sexual y al terminar el coito.

* Identifique posiciones sexuales que generen mayor probabilidad de escape y evítelas. Esta es una medida momentánea mientras consulta con un médico y este le indique si debe consultar a un fisioterapeuta o tomar algún medicamento para controlar el padecimiento.

* Ejercicios de Kegel. Ayudan a fortalecer los músculos debajo del útero, la vejiga y el intestino grueso. Un ejercicio de Kegel es fingir que usted tiene que orinar y luego contenerse. Usted relaja y aprieta los músculos que controlan el flujo de orina.

Otra posibilidad es que la próxima vez que tenga que orinar, arranque y luego pare. Sienta los músculos ponerse firmes y desplazarse hacia arriba. Estos son los músculos del piso pélvico. Si los siente firmes, ha hecho el ejercicio correctamente. Sus muslos, glúteos y abdomen deben permanecer relajados.

Algunos terapistas sostienen que se puede considerar la masturbación como una opción para que la persona conozca las reacciones de su cuerpo y estimule los músculos del suelo pélvico.

* Evite el consumo de bebidas carbonatadas o que contengan cafeína, ya que son diuréticos.

Los especialistas concuerdan en que en muchos casos no solo el apoyo del médico o fisioterapeuta es suficiente para tratar este problema. En algunas personas también será necesario el apoyo de un profesional en psicología para que le ayude a tratar sus emociones en torno a esta condición.