Las Instalaciones Deportivas de la Universidad de Costa Rica (UCR) en Mercedes de Montes de Oca, fueron tomadas ayer y hoy por más de 400 estudiantes de escuelas y colegios nacionales que muestran sus ideas e ingenio en diversos campos de la ciencia.
Medicamentos para niños en forma de paletas de chocolate, una ‘refricámara’ para agilizar el crecimiento de semillas de chile, máquinas para destilar vino y robots capaces hasta de ‘cargar cosas’, son parte de los proyectos que destacaron en la XXIV Feria Científica Nacional.
“Hay estudiantes con buenas ideas y que desde ya saben hacer ciencia. Vemos mucho talento en los jóvenes”, celebró Jonathan Monge, coordinador de la feria.
Uno de estos jóvenes es Jorge Abel Solano, del colegio Clodomiro Picado de Turrialba. Con 14 años ha sido finalista de esta feria científica desde que tenía 10 años; es decir, desde hace cuatro años.
Ayer Solano sorprendió de nuevo con su propuesta: una cámara que recicla una refrigeradora vieja y la usa como especie de ‘invernadero’ para acelerar el proceso de germinación de semillas de chile y frijol, por ejemplo.
“Tomé una refrigeradora vieja y la acondicioné con bombillos y un ventilador. Esto ayuda a regular la temperatura necesaria para que las semillas germinen en solo cuatro días. El proceso es más rápido y de bajo costo”, explicó .
Estudiantes del Colegio Técnico de Aguas Zarcas de San Carlos también se enfocaron en favorecer los cultivos. Ellos siembran semillas en tubos de ensayo y luego, cuando las plantas empiezan a crecer, las trasplantan en la tierra fértil. Luego, solo les aplican fungicidas naturales. “Las plantas las tomamos de la huerta del colegio y las tratamos para poder plantarlas de manera masiva y sin bacterias. Así se potencian sus propiedades”, dijo Rafael González.
Medicinales. El interés por contribuir con la salud tampoco estuvo ausente de la feria. De hecho, tres estudiantes del Instituto Weizman encontraron la forma de que tomarse una pastilla para el dolor de cabeza no sea una pesadilla. Ellas incluyeron dosis bajas del principio activo diclofenaco potásico (Cataflam) a paletas de chocolate y así crearon su “dulce medicinal”.
“Para los papás siempre es difícil darles medicinas a sus hijos porque o no les gusta el sabor del jarabe o no pueden tragar pastillas. Buscamos algo atractivo, de buen sabor y que conservara las características del medicamento”, dijo Hennie Burak, una de las estudiantes.
Estas muchachas incluso enviaron muestras de sus paletas al Laboratorio de Análisis y Asesoría Farmacéutica de la UCR. De esta forma, confirmaron que las propiedades del medicamento se mantienen en la “nueva presentación”.
“Logramos dar con una fórmula de paletas de chocolate que sirve para aliviar el dolor en niños entre los cinco y 12 años y entre los 20 y 40 kilos de peso”, dijo Tali Grunhaus, otra de las creadores del proyecto.
Finalmente, los alumnos de tercer grado de la Academia Teocali en Liberia proponen destilar el alcohol del vino y la cerveza para convertirlo en biocombustible. “Así evitamos las secuelas de la enfermedad del alcoholismo, pero también damos un combustible más ecológico que la gasolina”, aseguró el joven Mario Romero.
Premiación. Hoy se darán a conocer los ganadores de primero a décimo año. Los estudiantes de quinto año empezarán su evaluación hasta hoy, pues esta se vio ayer atrasada por la postergación de las pruebas de bachillerato.
Hasta que no se juzguen todos los participantes no se dará a conocer quiénes representarán el país en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel en el 2011. “Las ferias científicas nacionales son importantes, pero vamos más allá y buscamos formar más científicos en el país”, agregó Nathalie Valencia, coordinadora del Programa Nacional de Ciencias del MEP.
Con este objetivo en mente, la ministra de Ciencia y Tecnología, Clotilde Fonseca, afirmó ayer que se destinará más apoyo para la educación científica.