Hospital de Niños ya almacena venas y arterias para trasplantes

Centro médico también guarda válvulas cardíacas y pulmonares

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Venas, arterias, válvulas cardíacas, pulmonares e incluso huesos, son parte de los tejidos que se almacenan en el Hospital de Niños para futuros trasplantes.

Lo que se inició como el Banco Nacional de Piel hace casi un año, ahora también sirve para el procesamiento de otro tipo de tejidos que pueden utilizarse en trasplantes en personas (principalmente niños) con males cardíacos o pulmonares.

Anteriormente, estos tejidos se guardaban en sala de operaciones y, aunque sí llevaban todos los procesos necesarios para mantenerse óptimos para una cirugía, ahora se tiene un lugar especial en el que se les trata y se almacenan hasta que son requeridos.

“Comenzamos a almacenar este tipo de tejidos a principio de año y ya hemos podido utilizarlo en varios procedimientos. Niños con malformaciones cardíacas o con problemas en los pulmones se han visto beneficiados. También les hemos brindado servicio a hospitales de adultos como el México cuando lo han necesitado, ya que muchos de estos tejidos que almacenamos son de adultos”, explicó Marlen Herrera, jefa del Laboratorio de Tejidos y Terapia Celular en el Hospital de Niños.

El proceso. Las venas, arterias y válvulas cardíacas se extraen de donantes cadavéricos sin problemas en la sangre o el corazón.

Una vez que se extraen los tejidos son llevados al banco, donde se les hacen pruebas de virus y se les pone en un medio con antibióticos para evitar la contaminación. Luego, se refrigeran a 2 °C. En refrigerio pueden permanecer durante un mes.

En los últimos cuatro meses, ese procedimiento ha servido para siete trasplantes de tejidos.

Sin embargo, aún hace falta un congelador especial para almacenar las venas, arterias y válvulas cardíacas a una temperatura adecuada para su conservación.

Estos tejidos deben almacenarse a -196 °C, por lo que no pueden guardarse con la piel o los huesos (que se encuentran a -80 °C).

“Lamentablemente, como ahora solo podemos almacenar estos tejidos por un mes, muchos se han perdido sin utilizarse, pero con el congelador podremos almacenarlos por 10 años”, alertó Herrera.

La adquisición del congelador ya fue aprobada por la Fundación Pro Hospital de Niños y se está a la espera de su compra. Una vez que esta máquina se tenga, estos tejidos podrán beneficiar a dos o tres niños al mes. “Este congelador cambiará la forma en la que trabajamos. Lo ideal es tener un buen banco con tejidos para ampliar las posibilidades, entre a más bajas temperaturas se mantenga, es mejor”, dijo Gerardo Mora, jefe de Cirugía del Hospital de Niños.

El banco guarda también un hueso de cráneo que le fue extraído a una niña con absceso epidural, mal que ocurre cuando se acumula pus en la cubierta exterior del cerebro. Una vez que la pequeña se recupere de una intervención previa, se le colocará el hueso. “El banco nos da la posibilidad de preservar mejor los tejidos para las cirugías”, dijo Mora.