Bajar unas cuantas libras a punta de atletismo y lograr una condición física adecuada para cargar una cruz de 30 kilos de peso durante un kilómetro, fue el reto de Víctor Muñoz para esta Semana Santa.
Este vecino de San Joaquín de Flores, una de las localidades con más tradición en las procesiones en vivo, asumirá el papel del Nazareno en el viacrucis de este Viernes Santo.
La Semana Santa es muy popular en este cantón herediano, pues es totalmente interpretada por creyentes que asumen cada personaje religioso a lo largo de la semana.
Muñoz, de 29 años, casado y cajero en una ferretería, comentó que no fue fácil alcanzar el papel de Jesús, el más ansiado entre los participantes.
Ya antes había participado en otros papeles, pero nunca había podido ponerse la túnica del Cristo de Nazareth.
La preparación. Según contó Muñoz, el camino para ser digno del protagónico fue todo un reto que implicó una transformación integral en su vida.
Durante 15 días participó en un taller de actuación donde aprendió técnicas para el manejo escénico, tanto en clases individuales como grupales. Incluso, en algunos ensayos debió cargar la cruz por las calles de la comunidad.
Las transformaciones también fueron físicas. Se dejó crecer la barba y el pelo, pues este debe tener un largo suficiente para entrenzar la peluca que asemeja el cabello de Jesús.
Impulso. La pérdida de peso también requirió sacrificio. Empezó a correr desde hace tiempo, pero asegura que lograr una mejor condición para no desgastarse demasiado en la procesión, lo motivó a ser más estricto al entrenar.
“Para mí esto es muy importante. Lo ofrezco por la salud de mis papás, por mi familia, por mi esposa y hasta por los amigos”, comentó Muñoz.
Además, aseguró que siente el compromiso de llevar esperanza a todos sus allegados.
“ Es una oportunidad que Jesús me da de evangelizar en mi comunidad y eso me llena de satisfacción. Era algo que quería hacer desde hace mucho tiempo, pero hasta ahora tuve la oportunidad”, agregó.
Sin embargo, para él, la preparación más importante fue la tuvo a nivel espiritual.
“Creo que Dios lo escoge a uno porque tiene algún propósito. En mi caso, pienso que me está utilizando para ser un mensajero de lo que él vivió y sufrió por cada uno de nosotros”, concluyó Muñoz.