El consumo de cigarrillos por parte de mujeres obesas parece interferir con su capacidad para degustar las grasas y los dulces, lo que puede llevarlas a consumir más de ese tipo de alimentos y, por ende, más calorías.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron las respuestas de cuatro grupos de participantes: fumadores obesos, no fumadores obesos, fumadores de peso normal y no fumadores de peso normal.
A ellos se les dio de probar diversos tipos de flan que contenían diversas cantidades de grasa y azúcar.
"En comparación con los otros tres grupos, los fumadores que eran obesos percibieron menos cremosidad y dulzura en los flanes”, dijo Yanina Pepino, una de las investigadoras, en el sitio de la Universidad de Washington en San Luis.
Esta relación entre el fumado y una menor capacidad de degustar no solo haría a las personas comer de más, sino que limitaría su capacidad para disfrutar de la comida que consumen.
En su opinión, es curioso que ese grupo tuviera esa particular inhibición porque las fumadoras que no tenían sobrepeso podían percibir la grasa y la dulzura de manera similar a las mujeres que no fumaban.
Así, dado que el tabaquismo y la obesidad son factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, el anhelar más grasas y azúcares, mientras no los pueden degustar plenamente, podría ser doblemente perjudicial para la salud, afirma la investigadora.