Decenas de fieles aprovecharon para visitar ayer la cripta de la catedral metropolitana, donde descansan los cuerpos de obispos y canónigos (sacerdotes que han administrado este templo).
Esta es la única fecha en el año en la que esta cripta se abre para las visitas de los feligreses, con motivo del Día de los Fieles Difuntos.
El lugar está destinado para el entierro de personas importantes para la Arquidiócesis de San José y la vida de la Iglesia Católica, como monseñor Enrique Bolaños, monseñor Enrique Kern y monseñor Claudio Bolaños.
“Es una oportunidad que tiene la gente para visitar y dar ofrendas a quienes fueron personas importantes para el desarrollo de la Iglesia”, comentó Alfonso Mora, vicario episcopal de la Pastoral litúrgica de la Arquidiócesis de San José.
Los visitantes aprovecharon para recordar a estas personalidades de la Iglesia. “Es la primera vez que vengo. Me parece bien que los fieles podamos tener acceso para visitar las tumbas de personas que hicieron cosas importantes por la fe”, comentó Lucy Solís, quien llegó a visitar la cripta la mañana de ayer.
La catedral metropolitana también es el lugar de entierro para los arzobispos y obispos importantes. Por ejemplo, las tumbas de los monseñores Román Arrieta y Bernardo Augusto Thiel yacen junto al altar de este templo.