Familias sin papá reinventan celebración del Día del Padre

El 17% de hogares costarricenses no tiene una figura paterna presente

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En esta semana, miles de niños en las escuelas del país convirtieron papel, goma y pintura en creaciones para el Día del Padre. Sin embargo, muchos de esos regalos no llegarán a las manos de sus padres biológicos.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), mientras el total de hogares en el país creció en casi un 29% entre el 2000 y el 2011, el sector de hogares llamados “tradicionales” –papá, mamá e hijos– apenas lo hizo en menos de 5%.

En cambio, el número de hogares con madres solteras como jefes de hogar, y en general aquellos considerados “no tradicionales”, crecieron en más de un 50%.

Según coinciden expertos, esos dibujos sobre la familia en donde salen papá, mamá e hijos cada vez se hacen menos comunes, dando lugar a los que retratan hogares monoparentales, o con tíos, abuelos o hermanos como jefes de hogar. Ante esa realidad, muchos docentes optan por decirle al niño que dé su regalo del Día del Padre a su mamá, o del todo no incluirlos en este tipo de actividades.

La orientadora y docente universitaria Roxana Chinchilla recomienda abordar la situación de manera inclusiva, lo cual empieza por la instrucción que dan los maestros. “Los docentes en la institución deben tener clara la premisa de incluir y no excluir. A veces, por ejemplo, los tipos de poemas y los rótulos que se escogen para la celebración segregan, en lugar de tender a la inclusión” , manifestó Chinchilla.

Excluirlos del todo de las actividades tampoco ayudaría a manejar la situación. “Si bien es cierto que la celebración es específica para el padre, no significa que no hay figuras masculinas cercanas que represente la persona que quiere entregar el regalo”, dijo la orientadora.

Realidades distintas. La situación también es difícil en casos en que el padre se ausenta mucho del hogar, o que no resulta una figura positiva para el desarrollo del niño.

Heidy Ávalos es maestra de preescolar en una escuela de Tibás. Cada mes de junio, se enfrenta junto con sus estudiantes a ese tipo de realidades.

La gran mayoría de niños que enseña provienen de una zona urbano-marginal, y gran parte de ellos viven en situaciones de desintegración familiar.

“Se da de todo, dicen: ‘yo no conozco a mi papá’, ‘se pelearon y ya no viven juntos’, ‘tengo otro papá, pero este sí es mi verdadero papá’”, describe Ávalos.

Ella aprovecha la celebración del Día del Padre para que sus niños piensen en los cambios positivos que les gustaría ver en sus papás.

Incluso, decidió suprimir la celebración con los padres presentes, pues generalmente resultaba traumatizante para los niños.

Celebrar a la familia. En respuesta al contexto cambiante, en mayo anterior, en Canadá, una escuela resolvió sustituir las celebraciones del Día de la Madre y del Padre, por el Día de la Familia.

En ese país, las familias monoparentales crecieron un 8% en cinco años, y las lideradas por parejas del mismo sexo en un 42%.

Tal cambio en el tipo de celebración podría ser positivo en el país, opinó la psicóloga consultada por La Nación , Patricia Odio. Varias instituciones educativas en Costa Rica ya implementan el Día de la Familia como una celebración más inclusiva entre sus actividades anuales.

“Me parece una idea más saludable, porque todos tenemos familia, aunque sea una persona que conviva con nosotros. Sí sería menos doloroso para los niños celebrar un día de la familiar, que un día del Padre o de la Madre cuando alguno de estos no está”, comentó la psicóloga.

En caso de que la familia del niño no incluya a su papá biológico, Chinchilla recomienda dedicar el día a una figura masculina importante para el menor, dejando en claro que no sustituye a su papá. “Tenemos que romper mitos y estereotipos: papá siempre va a ser papá, y mamá siempre va a ser mamá”, aseveró la experta.

Odio concuerda con este punto de vista, y pide que se le dé la opción al niño de hacerlo o no, y de a quién se lo quiere dar. “El niño tiene que tener claro que hay una figura que está ausente, pero que la otra persona es una figura afectiva importante para él y a la cual darle ese regalo”, declaró Odio.