Expertos cuestionan eficacia de ‘e-cigarro’ contra el fumado

Estudios dicen que usuarios de cigarrillo electrónico siguen consumiendo tabaco

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“El cigarrillo electrónico no es una terapia para dejar de fumar ni debería usarse como tal. Parece una buena idea: no hay muchos químicos que sí tiene el cigarrillo convencional y uno lo que inhala es vapor.

”Pero la idea es mala: no solo no se deja de fumar, sino que aún no se han comprobado los otros daños que pueda tener en la salud su uso”, comentó Staton Glantz, especialista en cigarrillos electrónicos en el IV Congreso Latinoamericano y del Caribe: Tabaco o salud , celebrado la semana pasada en el país.

El e-cigarro es un dispositivo que parece un cigarro normal, pero no contiene tabaco ni produce cenizas. Funciona con un atomizador que vaporiza nicotina líquida.

Se vende como una opción para dejar de fumar. Sus promotores alegan que contrarresta la ansiedad que una persona siente al inhalar nicotina y exhalar un vapor semejante al humo del cigarrillo.

Glantz, director del Centro para la Investigación del Control de Tabaco de la Universidad de California, en San Francisco, explica que el remedio es peor que el mal.

“En un estudio en Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Australia, se vio que las personas que intentaron dejar de fumar no pudieron dejar su vicio”, sostuvo el especialista.

“Sí tienen menos químicos, pero la nicotina es centro de la adicción, y responsable de infartos”, añadió.

Richard Hurt, director del Centro de Dependencia de Nicotina de la Clínica Mayo, piensa igual:

“Hay más de 300 tipos de cigarrillos electrónicos y no sobre todos hay controles. Podrían ser más seguros que el tabaco, pero no es más seguro que respirar el aire ya de todas formas contaminado”, afirmó.

Para Glantz, esto va más allá, sobre todo en menores de edad. Él lideró un estudio con más de 30.000 niños entre los 12 y 17 años. A todos se les preguntó si habían fumado más de 100 cigarrillos, si fumaron en el último mes y sí habían usado cigarrillos electrónicos.

“Los que usaban e-cigarrillos fumaban 15% más tabaco y les era más difícil dejarlo”, afirmó Glantz.

Respuesta. Quienes usan e-cigarrillos y quienes los distribuyen aseguran que, si bien no son la panacea, sí son seguros y sí hay testimonios de personas que han dejado de fumar tras usar estos dispositivos.

Por otra parte, destacan que esta opción no genera humo que afecte a otras personas, y que la inversión es menor a la que se hace con los tradicionales, pues un kit del dispositivo electrónico cuesta entre ¢15.000 y ¢21.000.

“Los cigarrillos electrónicos solo tienen nicotina y se puede graduar el nivel para que la persona cada vez fume menos nicotina y pase a fumar los que no tienen. En estos cigarros no hay alquitrán, que es lo que produce enfisema pulmonar, ni los otros tóxicos que tienen los cigarrillos de tabaco”, explicó Roberto Salvatierra, quien vende este tipo de productos.

“Los estudios que se han hecho son solo preliminares y se necesita más para determinar los daños que se causan. Puedo decir que muchos clientes dejaron de fumar luego de fumar muchísimo”, añadió.

Por otra parte, Salvatierra indicó que no venden estos productos ni a menores de edad ni a mujeres embarazadas, pues se desconocen los posibles efectos.

A la espera de evidencia. El Ministerio de Salud tiene registrados los e-cigarrillos como producto, pero no como tratamiento para dejar de fumar, pues aún no hay evidencia científica que lo respalde.

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), no recomiendan su uso, y Francia, Finlandia y algunas ciudades de Estados Unidos los han prohibido.

La FDA establece en su página de Internet que “aún no hay evidencia suficiente que determine los riesgos del uso del cigarrillo electrónico, cuánta nicotina u otros químicos se inhalan durante su uso o si hay algún beneficio”.

La OMS indica en su sitio que “mientras los cigarrillos electrónicos no se cataloguen como seguros y de buena calidad por un sistema regulador, la recomendación al consumidor es que no se usen”.