Éxito de vacuna contra VIH dependería de anticuerpos

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El éxito de la vacuna experimental contra el sida dependerá de la presencia de anticuerpos presentes en el organismo de quien recibe la inyección.

Estos son los últimos resultados del pionero ensayo clínico que se realiza desde el 2003 en Tailandia, y que ya ha analizado a más de 16.000 voluntarios.

Los anticuerpos identificados se llaman IgC y el IgA.

El primero lo que hace es bloquear la acción de una proteína de la cubierta del VIH llamada la V1V2. Según los expertos, las personas con niveles mayores de IgG tendrían menos riesgo de infección porque la proteína V1V2 no podría funcionar.

Sobre el otro anticuerpo, los científicos vieron que las personas con mayor nivel de IgA en su sangre tenían menos protección contra el virus que quienes tenían niveles más bajos. Es decir, el IgA funciona al revés del IgG, y, más bien, lo deseable es que las personas tengan niveles bajos para evitar posibles infecciones con el VIH.

¿Cómo lo saben? Ya en setiembre del 2009, los investigadores habían revelado que la vacuna experimental tenía una eficacia del 31,2% , muy distante del 70% necesario para su aprobación –pero la que más esperanzas arroja hasta hoy–.

Con esto en mente, los científicos buscaron por qué en algunos individuos funciona la vacuna RV144 y en otros no, y fue así como hallaron que “esto era cuestión de dos anticuerpos presentes en algunos voluntarios”.

“Entonces comparamos a las personas que se habían infectado con VIH con quienes no. Encontramos pistas muy importantes”, dijo en un comunicado de prensa Barton Haynes, de la Universidad de Duke, quien lideró este análisis.

Haynes añadió que, como su hipótesis era que la protección estuvo mediada por anticuerpos, ellos decidieron aislar todos los compuestos de la vacuna para ver cuáles anticuerpos tienen un efecto protector y saber cómo funcionan.

Otros. Esta no es la primera vez que se han ligado anticuerpos a una mayor o menor acción del virus. En noviembre de 2009, una investigación de la Universidad de Duke sugirió que los anticuerpos 2F5 y 4E10 se encargan de neutralizar la entrada del virus y juegan un papel en la protección del cuerpo contra el VIH.

Sin embargo, este virus tiene en su membrana una sustancia llamada glucoproteína, que es mucho más fuerte que los anticuerpos.

Los investigadores encontraron que mayores dosis de 2F5 y 4E10 estudiadas en laboratorio neutralizaron la acción de la glucoproteína.