Estudio encuentra alto sedentarismo en niños y jóvenes guanacastecos

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Las nuevas generaciones de guanacastecos enfrentan problemas para llegar a una vida longeva como la que llevan sus abuelos y bisabuelos.

Una investigación de la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Nacional reveló que hay niveles altos de sedentarismo y desnutrición en los niños y adolescentes de Guanacaste.

El estudio tomó en cuenta a 700 estudiantes de escuelas y colegios en Nicoya, Cañas, Santa Cruz y Liberia, entre los 10 y 18 años.

Los resultados indicaron que los menores ven hasta tres horas y media de televisión por día y hacen menos de una hora de ejercicios diarios.

“El televisor tiene el problema de reducir el metabolismo y permite la acumulación de grasa en el cerebro. Además, el televisor hace invitaciones constantes para comer, lo que aumenta el riesgo de obesidad”, explicó Pedro Ureña, coordinador de la investigación.

Sin embargo, los índices de obesidad dentro de la población estudiada fueron del 14,2%, menor a la media nacional del 21%. Lo que a los investigadores les preocupa es que se encontraron niveles más altos de desnutrición y bajo peso.

“Encontramos que el 27,5% de los niños tiene bajo peso algo que no es tan común en el resto del país. Esto es señal de un potencial fuerte de desnutrición, que también hace que los niños sean más propensos a enfermedades”, aseguró Ureña.

Quienes cumplieron la meta de los 90 años piensan que los jóvenes difícilmente alcanzarán esta edad si siguen con sus hábitos de vida.

“El problema de ahora es que los jóvenes no quieren trabajar. Hay trabajo, pero nadie quiere trabajar. Ellos ni siquiera se mueven, así nunca van a llegar a viejos”, comentó Actiliano Díaz, de 90 años.

“A los jóvenes lo que les gusta es ‘amanecer acostados’. Ellos no trabajan desde la madrugada, pasan sin moverse todo el día. Eso es malo y enferma”, dijo Jose Félix Castañeda, de 99 años.

Calidad de vida. El estudio también abarcó aspectos de la calidad de vida y emociones, factores que se asocian a las personas longevas.

A los menores se les preguntó sobre cómo calificaban su bienestar físico, su bienestar emocional, su autoestima, y la relación con su familia, amigos y escuela.

“La nota promedio fue de un 78, una nota solo ‘para pasar’. Afortunadamente vemos que la familia sigue siendo de mucha importancia para estas generaciones”, puntualizó Ureña.

El especialista agregó que los problemas encontrados en el estudio pueden resolverse si los niños y jóvenes hacen mayor actividad física y se alimentan mejor.