Sentados en el piso de la biblioteca de la Escuela Omar Dengo, en barrio Cuba, San José, veinte estudiantes de sexto grado analizan con detenimiento una pintura de los años 90.
Sentados en el piso de la biblioteca de la Escuela Omar Dengo, en barrio Cuba, San José, 20 estudiantes de sexto grado analizan con detenimiento una pintura que data de los años 90.
Aunque todavía no lo saben, la colorida imagen que tienen al frente, de barcos costeros y pescadores, es la obra del artista costarricense Luis Daell, titulada Los nortes.
"¿Qué es lo que ven? ¿Qué los hace pensar que es eso? ¿Alguien observa algo distinto?", pregunta la maestra de Español, Noily Segura.
Durante 20 minutos, los niños identifican y describen hasta los detalles más sutiles y reconstruyen la escena con palabras.
De pronto, surge un debate: para un estudiante, el cielo oscuro advierte de que viene una tormenta, mientras que para otro, simplemente se trata del atardecer.
El ejercicio obliga a los niños a analizar los detalles y a razonar una respuesta, pero también a expresarse verbalmente en público y a defender su punto de vista.
No se trata de respuestas correctas o incorrectas, sino de fundamentar los puntos de vista con evidencias visuales.
Así funciona una clase modelo del Programa Piensa en Arte, impulsado por la Fundación Acción Arte y acogido por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Aunque nació en el 2006 como un plan piloto, desde el 2012 se imparte de manera masiva a unos 225.000 alumnos de cuarto, quinto y sexto grado.
La clase la dan semanalmente más de 6.000 profesores de Español, capacitados en el 2012.
"El docente hace de mediador, pero los aportes son del estudiante. Usamos un lenguaje hipotético donde todo puede ser posible y nada se da por sentado: lo que podría ser un perro; lo que podría ser un hombre... Se trabaja la parte de valores, de expresión verbal, de expresión artística y de memoria", puntualizó Segura.
El Programa contempla comparaciones entre varias obras y actividades al cierre de cada lección, que incluyen dibujos, poemas y redacción. Asimismo, incluye una visita anual a alguna entidad cultural, como un museo.
Para los estudiantes, Piensa en Arte es una oportunidad para acercarse a obras reconocidas en el país y en el mundo.
"Es divertido porque todos compartimos nuestras ideas y las obras son bonitas. Mi favorita fue la que vimos en la clase anterior, que era de un tugurio en Puntarenas (de Rafael Ángel García)", relató Joseph Alonso Montero, de 11 años.
Según explicó Alejandra Cubero, asesora del Despacho Académico del MEP, a cada institución se le dotó de un juego de afiches con obras costarricenses, del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y la colección de la Fundación Cisneros, de Venezuela.
De estas dos organizaciones se adoptó la metodología de enseñanza en el MEP.
"Cada maestra tiene una guía de trabajo y el año pasado se entregaron más de 85.000 afiches. En junio se distribuirán otros 100.000", aseguró Cubero.
El ministro de Educación Pública, Leonardo Garnier, resaltó que la forma de impartir las clases pretende estimular el pensamiento crítico de los alumnos.
"Es muy afín a la metodología que usamos en Ciencias y Matemática, a partir de las preguntas y no de las respuestas, además de incorporar un uso intenso del arte", expresó Garnier.
"Me gustó la idea de mezclar la mitad de las obras de costarricenses y la otra mitad de extranjeros para que los chiquillos se acostumbren a ver a sus artistas en igualdad de condiciones", agregó el jerarca.
Actualmente, unos 225.000 niños están matriculados en segundo ciclo de primaria.