Estadounidense de 58 años recibe corazón genéticamente modificado de un cerdo

Lawrence Faucette es la segunda persona en recibir el corazón de un cerdo, paciente aceptó este procedimiento como la única oportunidad para seguir viviendo.

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Lawrence Faucette, de 58 años, tenía una enfermedad cardíaca en fase terminal; sus condiciones vasculares y problemas de sangrado hacían que fuera incompatible con un corazón humano, por lo que sus esperanzas de vida eran muy pocas. Incluso, el pasado 14 de setiembre tuvo una crisis que casi le cuesta la vida.

La respuesta la hallaron especialistas del Centro Médico de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, quienes plantearon la posibilidad de realizar un trasplante de corazón, genéticamente modificado, de un cerdo.

Por su novedad, este tipo de trasplante, también llamado xenotrasplante (por ser proveniente de otra especie) no es un proceso que esté avalado por una entidad regulatoria.

Faucette pudo recibir el órgano después de que la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) diera una autorización de uso compasivo. Este se otorga cuando un producto experimental médico, en este caso un corazón genéticamente modificado de un cerdo, es la única opción disponible para salvar la vida de un paciente o atender una condición seria que ponga en riesgo su vida.

El aval de la FDA estuvo disponible el 15 de setiembre, cinco días después fue intervenido. La noticia se dio a conocer la noche del 22 de setiembre, cuando el paciente estaba en recuperación.

Faucette es la segunda persona en recibir este tipo de xenotrasplante. El primer paciente fue David Bennet, de 57 años, operado el enero de 2022 y quien falleció dos meses después.

“Nuevamente le estamos ofreciendo a un paciente con altas probabilidades de morir una posibilidad de una vida más larga. Estamos increíblemente agradecidos con el señor Faucette y su valentía de permitir el avance de estas intervenciones. Esperamos que pronto pueda estar en casa y disfrutar de su esposa y su linda familia”, señaló en un comunicado de prensa Bartley Griffith, cirujano a cargo de la intervención.

Esperanzas en corazón de cerdo

Faucette sabía que no había garantía de que el trasplante funcionara, incluso podía morir durante la cirugía. Pero estaba esperanzado.

“Mi única esperanza real es ir con el corazón de cerdo, con el xenotrasplante. Los médicos y todo el equipo han sido increíbles, pero nadie sabe cómo va a evolucionar. Al menos ahora tengo esperanzas, tengo una oportunidad”, dijo al hospitalizarse.

Su esposa, Ann Faucette, añadió: “No tenemos más expectativas que desear más tiempo para estar juntos. Esto podría ser tan simple como estar en el corredor y tomar café juntos”.

La intervención

Los órganos de los cerdos son los favoritos de los xenotrasplantes porque hay similitudes fisiológicas entre el cerdo y los primates (orden biológico al cual pertenecen los seres humanos). Sin embargo, para asegurarse un éxito mayor, este órgano fue genéticamente modificado.

La empresa de biotecnología Revivicor fue la que trabajó el órgano para que estuviera listo para el xenotrasplante. El nuevo corazón tenía diez genes intervenidos o modificados; tres genes fueron “apagados” del cerdo del que se tomó el corazón pues cuando son reconocidos por el cuerpo humano, identifican al órgano como “invasor” y generan una respuesta de anticuerpos para rechazarlo.

Entretanto, seis genes humanos responsables de la adaptación inmune en los humanos fueron introducidos al corazón. Finalmente, un gen adicional del cerdo se “desactivó” para evitar el crecimiento excesivo de tejido cardíaco.

El cerdo también fue examinado para comprobar que no tuviera virus, bacterias o parásitos que pudieran afectar a un ser humano.

En la mañana de la operación, el equipo de cirujanos, liderado por Griffith y por Muhammad Mohiuddin, removió el corazón del cerdo y lo puso en una máquina especial que lo mantiene preservado y latiendo hasta el momento de la cirugía.

El equipo comprobó que el corazón funciona bien en Faucette y no hay signos de que el sistema inmunitario rechace el nuevo órgano. Él será monitoreado de cerca para vigilar si se dan infecciones derivadas del cerdo. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si el cuerpo sigue tolerando el órgano sin signos de rechazo.

Faucette también está recibiendo una terapia novedosa de anticuerpos. Esta terapia es desarrollada por el laboratorio Eledon Pharmaceuticals, es un anticuerpo experimental llamado tegoprubart. Su acción consiste en bloquear una proteína llamada CD154, que está involucrada en la activación del sistema inmune.

Además, está tomando los medicamentos inmunosupresores que son usuales en cualquier trasplante de órgano. Estos están diseñados para suprimir la acción del sistema inmunitario y así prevenir el rechazo o que las defensas ataquen el nuevo órgano (pues lo consideran extraño) y lo dañen.

“Este segundo trasplante es producto de décadas de edición genética, estudio animal y pensamiento creativo, pero esto tampoco sería posible sin la valentía y el altruismo de Faucette, porque su experiencia también determinará el avance de la ciencia”, afirmó David Ayares, presidente de Revivicor.

A futuro

Los resultados y aprendizajes de estos xenotrasplantes también ayudarán a someter ante la FDA una solicitud de un ensayo clínico, para así probar de mejor forma el procedimiento.

En Estados Unidos, 110.000 personas están a la espera de un trasplante de órgano, más de 6.000 mueren a la espera de uno cada año. Los xenotrasplantes podrían ser una opción, pero también conllevan una serie de riesgos únicos.

Dentro de esos riesgos están el que se transmita un patógeno desconocido del animal al humano. Además, los xenotrasplantes son más proclives a generar una respuesta inmunitaria peligrosa. Estas respuestas de las defensas pueden ocasionar un rechazo inmediato al órgano y potencialmente matar al paciente.

Los médicos no solo siguen de cerca el caso de Faucette, también el de Bennet, como primera persona intervenida con esta tecnología. Las investigaciones han determinado que el fallecimiento no fue debido ni a un mal funcionamiento del corazón ni a que el cuerpo lo rechazara, sino a que la salud de Bennet ya estaba debilitada y tenía otras enfermedades con las que debía seguir luchando, mientras su sistema inmunitario trabajaba a una intensidad mucho más baja, debido a los medicamentos que tomaba para evitar el rechazo.

“Este procedimiento es un paso adelante en nuestra misión de dar xenotrasplantes que puedan salvar la vida a personas en necesidad desesperada”, dijo Ayares.

Mark Gladwin, decano de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, coincidió: “Este programa innovador podría ser la cara futura de una cirugía de medicina molecular en un futuro en el que ya pueda haber órganos disponibles para todos los pacientes.