En Costa Rica se detectan 140 casos nuevos de cáncer en menores cada año

Leucemias ocupan el primer puesto, con 43%; le siguen los tumores de cerebro

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Cuando tenía 11 años, Yader Blanco supo que tenía cáncer.

Se trataba de un linfoma no Hodgkin, un cáncer que afecta el tejido linfático, en células llamadas linfocitos, de las principales en el sistema inmunitario. El tratamiento para este cáncer implica un tratamiento fuerte durante siete meses y posteriores revisiones.

“Durante dos años, el Hospital de Niños se convirtió en mi casa. Fue duro. Los tratamientos a veces me hacían vomitar, pero aquí estoy, libre de cáncer. Ya tengo 18 años y voy a comenzar a estudiar Medicina en la Universidad de Costa Rica (UCR). Mi sueño es ser pediatra, para devolverle un poco al hospital lo que hizo por mí”, dijo.

Blanco no es el único. Un análisis de datos realizado por el Hospital Nacional de Niños (HNN) entre el 2005 y el 2014 señaló que, por año, 140 menores desarrollan este mal.

El 43% de estos casos corresponde a leucemias (cáncer en la sangre), seguido por tumores en el cerebro, con un 17%, y linfomas, con un 13%.

“Las cifras son similares a las vistas en otros países. Algunas naciones tendrán más casos de un tumor y menos de otro, pero los datos son muy similares en la región”, explicó Juan Manuel Carrillo, jefe de Hematología del HNN.

La buena noticia es que muchos consiguen, al igual que Blanco, superar esta enfermedad sin problemas. El 70% de los pacientes sobreviven, una cifra mucho más alta que la de hace unas décadas.

“Hablar hoy de cáncer en niños es muy diferente que hace 50 años.

”Hoy lo decimos con una voz de esperanza y de convicción de que van a reponerse de la enfermedad”, afirmó Olga Arguedas, directora del HNN, en una actividad para conmemorar el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer Infantil.

Esperanza. Las historias de sobrevida luego de un cáncer infantil son muchas. Al tiempo que Blanco departía con los niños y daba aliento a sus padres, Alexánder Artavia, quien tuvo un tumor a los seis años, dio a La Nación su mensaje para los papás de niños con cáncer: “Yo digo a los chicos y a los padres que ahorita están pasando por esto que tengan mucha esperanza. Y fe. Yo estuve ahí como paciente y volví. Tengo 15 años de trabajar en la parte administrativa del Hospital y soy una persona sana”, manifestó.

Uno de los principales problemas es que las primeras señales del cáncer infantil no son claras. Por ello, para Carrillo, lo importante es que los padres detecten a tiempo reacciones anormales o posibles signos de alerta sobre la presencia de esta enfermedad.

“Que un niño tenga fiebre es normal. Pero deben fijarse si la fiebre es recurrente y no se quita con medicinas tradicionales. También deben ver si tienen palidez de origen no claro, pérdida de peso o “pelotitas” que no se quitan”, dijo el doctor Carrillo.