El tamaño de la porción de cualquier alimento que usted sirva en su plato, está relacionado con la intensidad del aroma que este tiene.
Por ejemplo, si el olor de su comida es muy fuerte, la porción que usted comerá será más pequeña; si, por el contrario, el aroma es suave, su porción será mayor.
Esta es la conclusión de un estudio holandés publicado ayer en la revista Flavour .
¿Cómo se determinó esto? Los investigadores crearon un postre cremoso y luego le pidieron a más de 100 personas que se sirvieran cuanto quisieran de él.
Mientras los participantes comían, diferentes tipos de olores de distinta intensidad se ponían ante sus narices.
“Los participantes podían controlar cuanto postre comían con solo presionar un botón. Vimos que el tamaño de cada bocado estaba asociado con el aroma que los participantes olían”, dijo en un comunicado de prensa Rene A. de Wijk, coordinador del estudio.
La investigación concluyó que cada nivel que se aumentaba de intensidad al olor, los tamaños del bocado se reducían entre un 5% y hasta un 10%.
Además, conforme el olor era más fuerte, las personas comían menos.
“Tal vez, como los sentidos de la vista y el gusto están tan asociados, la mente juega con el tamaño del bocado para así regular el sabor”, añadió.
El reporte sugiere que los participantes expuestos a olores más fuertes, comieron menos porque sus bocados fueron más pequeños.
“Normalmente, bocados más pequeños parecen enviar señales al cerebro de que ya estamos llenos”, dice el informe en Flavour .