‘El autoexamen de mama me salvó la vida’

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Éricka Monge no tiene familiares que hayan padecido cáncer de seno, lleva un estilo de vida saludable y sus 29 años de edad la hacían muy joven, según los médicos, para una enfermedad de mujeres de más de 50 años, principalmente. No obstante, se le diagnosticó este tipo de tumor hace dos años.

Ella es parte de un número cada vez más creciente de mujeres costarricenses con cáncer de seno antes de los 50 años de edad.

“Siempre fui muy rigurosa con el autoexamen de mama y, cuando tenía 27 años, sentí una masa anormal en mi seno que comenzó a crecer y doler. Visité a varios doctores y al principio me descartaron el cáncer, pues no creían que pudiera tenerlo. Decían que era muy joven y seguro se trataba de otra cosa”, afirmó.

Sin embargo, los dolores en el pecho se hicieron cada vez más fuertes y de sus pezones comenzó a salir un líquido espeso que después empezó a sangrar. Se detectó un tumor y se le extirpó.

Dos años después del inicio de su tratamiento, Monge insta a las mujeres a practicarse el autoexamen de mama todos los meses.

“El autoexamen me salvó. Si no hubiera sido tan necia en hacérmelo, seguramente no estaría aquí. Yo les digo a otras mujeres que conozcan su cuerpo, sepan diferenciar cuando hay algo extraño y vayan al doctor”, añadió.