Diez cosas que todos debemos saber sobre las infecciones (y por qué no son un juego)

¿Cuándo fue la última vez que se vacunó contra el tétano? ¿Qué pasa si le salen bacterias en un examen de orina? ¿Todas las personas reaccionan igual cuando se contagian de cierto microorganismo? Las respuestas en esta nota.

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Todos estamos expuestos a las infecciones que pueden causar virus, bacterias, parásitos u hongos, sin embargo, la información que le demos al médico puede ser clave para atender estos ataques de la mejor manera y no lleguen a salirse de control, lo cual podría ser muy grave, incluso mortal.

La Nación conversó con el médico Alexánder Romero para abordar este tema. También exploró lo que dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

A continuación diez puntos a considerar para enfrentarse a este problema de salud.

1- Hay personas que pueden ser más susceptibles a contraer una infección

Niños (especialmente los menores de cinco años), adultos mayores, personas con algún tipo de enfermedad crónica (como diabetes) y quienes por alguna condición de salud (como haber recibido un trasplante, por ejemplo) toman medicamentos inmunosupresores, son más vulnerables a infectarse.

Quienes acaban de salir de un catarro, no quiere decir que sus sistemas inmunitarios hayan “quedado en cero” y no puedan hacerle frente a otra infección, pero sí deberían estar más pendientes y seguir indicaciones médicas para no recaer o contraer otra infección diferente.

Las medidas higiénicas (el lavado de manos, el uso de agua potable y la correcta manipulación de alimentos) son fundamentales para evitar infecciones en cualquier persona, pero especialmente en poblaciones vulnerables.

2- Un mismo síntoma puede ser causado por diferentes microorganismos

Hay dolores de cabeza, espasmos de cuerpo o escalofríos que pueden ser causados por organismos muy diferentes.

De la misma forma, una infección puede provocarle unos síntomas a una persona y otros a otra. Por eso mismo, la guía de un especialista es vital para saber exactamente cuál es el “enemigo” al que hay que enfrentar y cuáles tratamientos son los más efectivos.

3- No se asuste si ve bacterias en un examen de orina, pero visite al médico si tiene síntomas

Es común que un examen de orina salgan bacterias, si estas no le causan ningún síntoma, esto no significa ningún problema para su salud.

No obstante, si tiene fiebre u otras manifestaciones, mejor consulte al médico lo antes posible. Una infección en las vías urinarias debe tratarse a tiempo, para evitar que llegue a vejiga o riñones.

4- La vacunación contra la gripe común es clave

La vacunación no solo aplica para evitar las enfermedades más fuertes como la sarampión, la polio o la varicela. En el caso de la influenza (o gripe común) también sirve.

¿Por qué la vacuna de la gripe debe replicarse todos los años y no es tan “definitiva” como las otras? Porque los virus que circulan no siempre son los mismos y pueden mutar y cambiar, y con esto, pierde la eficacia de la vacuna del año anterior.

¿Por qué algunas personas dicen que más bien les afectó ponerse la vacuna contra la influenza? De acuerdo con la OMS, la inmunidad contra el virus de la influenza tarda dos semanas en desarrollarse, así que la persona podrían haber contraído influenza justo antes o después de ponerse la inyección. Por lo que esta era una infección ya en ciernes.

En otros casos, la infección sí puede llegar, pero el sistema inmunitario la combate y los síntomas son menores.

“Si la gente se enferma a pesar de que se ha vacunado, no es que la vacuna los enfermó, sino que no los protegió en ese momento”, señala la OMS.

5- No olvide su vacuna contra el tétano cada 10 años

La vacuna contar el tétano ya no resulta eficaz después de una década y esto puede exponer a las personas en caso de heridas. Por eso cada diez años hay que aplicarla nuevamente.

“Nos ha pasado ver llegar gente con una punzada en la piel por un clavo, con un accidente automovilístico o con un accidente laboral y el no tener la vacuna ha complicado su tratamiento”, señaló Romero.

Una infección por tétanos puede causarle espasmos en todo el cuerpo y llevar a un “bloqueo” de la mandíbula, lo que le impide a la persona tragar.

6- Los antibióticos no son “todopoderosos” y no curan cualquier tipo de infección

Los antibióticos son útiles para tratar infecciones con bacterias, pero no tienen mayor capacidad ante virus, parásitos u hongos. Por eso, no se puede abusar de ellos.

“Hay personas que creen que el mejor médico es el que le receta un antibiótico y hasta reclaman si no se les receta, pero en realidad la causa de la dolencia es otra. Las personas que dicen que un antibiótico sí les quitó una gripe o resfrío a los dos o tres días es porque esa era la evolución natural de la enfermedad”, aseveró Romero.

7- No se automedique

Esta es una regla de oro. Tomar cualquier medicamento sin la guía de un profesional puede causar desde que a usted no le sirva, hasta una intoxicación grave. Además, podría “enmascarar” los síntomas. Es decir, que lo que usted tomó le calme, por ejemplo, ese dolor de cabeza que es parte de su cuadro de salud. Cuando usted llega al médico, como ya no siente el dolor no va a reportarlo y esto podría dificultar el diagnóstico.

8- No “recete”a otros con su tratamiento, por más bien que le haya hecho a usted

Aunque haya sido un médico especialista quien le recetó a usted un tratamiento, y vea que su mamá, su tío o su vecina tienen exactamente esos mismos síntomas, no les recomiende esos mismo fármacos porque la causa de la enfermedad en ellos podría ser otra. Si lo hace, más bien podría estar perjudicando a su ser querido.

“No sabemos si la persona presenta exactamente los mismos síntomas por las mismas razones. Tampoco podemos saber si la persona es alérgica al medicamento que usted está tomando, por eso mismo solo un profesional puede recetar”, recalcó Romero.

9- Usted puede sentirse bien, pero la infección puede seguir latente

Todo tratamiento debe mantenerse hasta el final. Si le recetan un tratamiento de cinco días, pero usted al tercer día se siente bien, esto no quiere decir que ya no tenga del todo los microorganismos patógenos, si no que ya no son los suficientes como para provocarle síntomas. Tenga presente que ellos no han muerto del todo, solo lo harán si usted completa el tratamiento.

Si no cumple con esta normal, le dará más armas al microorganismo para fortalecerse y es posible que el mismo medicamento ya no sea efectivo y deba recurrir a uno más fuerte y con más efectos secundarios.

10- Hay infecciones “buenas”

Las bacterias “buenas” que están en diferentes partes de nuestro cuerpo también pueden aumentar su cantidad en diferentes momentos. Por eso mismo es que no es bueno utilizar antibióticos cuando no son necesarios, pues también matan a estas bacterias “buenas”.