Deficiencias en conexiones cerebrales causan dislexia

Cerebro disléxico tiene problemas para coordinar regiones que procesan sonidos

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Un problema de conectividad entre las áreas del cerebro involucradas con el procesamiento del lenguaje sería el origen de la dislexia, según una investigación realizada por científicos de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.

La dislexia es una dificultad específica del aprendizaje en la que la persona tiene serios problemas para leer, decodificar palabras, y, en términos generales comprender el lenguaje. Este trastorno neurológico es crónico es decir, está presente a lo largo de la vida.

Durante varias décadas la investigación se centró en demostrar que las personas con dislexia presentaban deficiencias fonológicas, es decir, que u cerebro tenía dificultades a la hora de interpretar o elaborar representaciones mentales de los elementos sonoros característicos del lenguaje (fonemas).

La suposición generalizada entre neurólogos y psicólogos era que estas representaciones fonéticas eran distorsionadas en un cerebro disléxico.

“Desde el punto de vista neurosicológico se ha encontrado evidencia que apunta hacia el déficit fonológicos que subyacen en los casos de dislexia. También se han identificado diferencias entre personas con dislexia y sin dislexia a nivel de las estructuras temporoparietales izquierdas del cerebro; áreas que se relacionan con las redes neurales que sostienen los procesos de lenguaje”, explicó la psicóloga Johanna Sibaja del Centro de Investigación en Neurociencias de la Universidad de Costa Rica.

Sin embargo, esta nueva investigación –publicada en la revista Science – sostiene que la raíz de la dislexia no está en las representaciones mentales defectuosas sino en la dificultad que tiene el cerebro para tener acceso a esas representaciones.

Conexiones interrumpidas. El equipo de investigadores – encabezado por el psicólogo clínico Bart Boets– usó resonancia magnética funcional para escanear 45 cerebros adultos: 22 de ellos normales y 23 con dislexia mientras los individuos escuchaban sonidos conformados por vocales y consonantes. Luego se analizaron los patrones de la actividad nerviosa en el cerebro conforme los participantes respondían a ciertos estímulos del lenguaje y observaron el grado de exactitud con que los sonidos fueron asociados con sus respectivas representaciones fonéticas.

Los investigadores hallaron que las respuestas del grupo de disléxicos y la intensidad de sus reacciones neuronales fueron similares a las de las personas sin dislexia. ”Sus representaciones fonéticas mentales estaban perfectamente intactas”, declaró Boets.

En un segundo experimento los científicos evaluaron la capacidad de 13 regiones cerebrales relacionadas con el procesamiento del lenguaje para conectarse con las mismas representaciones fonéticas que habían analizado anteriormente. Los expertos descubrieron que estas conexiones en el cerebro de los disléxicos presentaban obstáculos r interrupciones de modo que cuanto más débil era esa conexión mayores problemas tenía la persona para leer y escribir.

De este modo Boets y su equipo concluyeron que la raíz de la dislexia está en las deficiencias del cerebro para conectarse con las representaciones fonéticas y no tanto en la calidad de esas representaciones. “Este estudio marca una pauta para futuras investigaciones sobre la dislexia, y permite conocer a fondo sobre conectividad cerebral, plasticidad y reclutamiento de zonas específicas del cerebro disléxico”, opinó el neurosicólogo Gabriel Rodríguez, director general de Neurologic Costa Rica.

Por su parte la psicóloga Johanna Sibaja opina que este estudio da luz para comprender en detalle los procesos que intervienen en la dislexia. “Esta información es relevante para el diseño de mejores programas de intervención para niños y niñas con dislexia de modo que se les pueda ofrecer mejores herramientas para compensar sus dificultades”, declaró.