¿Cómo motivar la lectura en mis hijos?

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No todos los menores aprenden de la misma manera y no con todos funciona la misma receta, pero sí hay consejos que los especialistas dan para "enamorar" a los pequeños de la lectura.

1- Lea frente al niño. El ejemplo es el mejor consejero, por lo tanto, si sus hijos los ven leer se motivarán a tomar un libro y tratarán de descifrar lo que este dice.

Procure que tengan libros cerca. No solo en una biblioteca, también en su cuarto, al alcance de su mano. Entre más libros haya a su alrededor, más curiosidad tendrá de saber qué pasa en ellos o de inventar historias de lo que podría estar sucediendo.

No corte la iniciativa del menor. Si le lleva un libro, léaselo; si está en un idioma que no conoce, inventen una historia juntos.

2- Nárreles cuentos. Conviértase en un cuentacuentos. Busque libros con muchas ilustraciones. Antes de leer el cuento ponga a los niños a ver todos los dibujos, que ellos armen primero su propia historia con lo que cree que dicen las imágenes. Que les pongan nombre a los personajes, que evoquen otras historias.

Después léales el cuento. No es necesario que sea de manera fluida e ininterrumpida. Que ellos interrumpan las veces que consideren necesario, hágales preguntas, rételos. Explíqueles palabras que puedan ser desconocidas para ellos.

3- Construcción. Después del cuento, pídales dibujar o hacer trazos, o lo que ellos quieran, sobre lo que podría pasar después del final de la historia. Pueden, en conjunto, crear una serie de historias con base en una sola que leyeron con usted.

Si ya conocen algunas letras o números es posible que los utilicen en su dibujo; felicítelos y motívelos.

Si va a comprar libros, que ellos elijan el que quieren. Pregúnteles por qué les gustó, de esa manera usted sabrá cómo motivar el juego con esa historia. Si el niño dice tener un libro favorito, busque leerlo más a menudo.

4- Letra especial. Desde que cumple un año, enséñeles la letra con la que empieza su nombre. Esa será su “letra especial”. Que aprenda a reconocerla. Pueden tenerla en grande en la pared de su cuarto, o en una pizarra. No se la impongan, recuérdensela con amor. Más adelante, motívelo a reconocer la letra del nombre de sus papás.

Cuando son niños más grandes pueden conocer otras letras y saber cómo suenan. Podrán, poco a poco, probar qué pasa al poner una letra a la par de la otra. Pero todo esto debe hacerse de manera lúdica (juego).

5- Ante todo, recuerde que es un proceso. Se debe de tomar en cuenta que es esto de aprender a leer es un proceso en el que cada menor avanzará a su propio ritmo, en algunos tardará meses, pero en otros, años.

Es un error forzarlos, porque eso los desmotiva. Procure que el niño no vea las letras o las palabras como “cosas” separadas; deben ser ideas relacionadas con un contexto o su propio ambiente. El objetivo no es el que niño "decodifique" si no que entienda y construya ideas.

Para eso, primero hay que reforzar su vocabulario, con el fin de que no lo tomen por sorpresa palabras desconocidas o bien, las descubran, se interesen por ellas y comiencen a usarlas.

Durante todo el tiempo recurra a los juegos, incentívelos a conversar mucho con adultos y con otros niños. Poesías, canciones y trabalenguas, son ideales.