¿Qué cambió en la detección del cáncer de cérvix en Costa Rica?

El país ya comenzó a migrar del tradicional papanicolau a un examen detección del virus del papiloma humano, causante del cáncer de cérvix. Le contamos cómo se implementará

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La detección del cáncer de cérvix o cuello de útero ya comenzó a cambiar en los diferentes servicios de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Para finales de 2025, todo el país tendrá implementada la nueva normativa.

El nuevo plan consiste en desechar, para las mujeres de 30 a 64 años, el tradicional examen de la citología o papanicolau y sustituirlo por una prueba que detecte directamente si la mujer tiene el virus del papiloma humano (VPH), causante de este cáncer. Este patógeno también provoca tumores en pene, vagina, útero, boca y garganta, además de verrugas genitales.

Este examen de detección ya era utilizado en el sector privado desde hace varios años. Sin embargo, la nueva normativa también cobija a los centros de salud privados, y esto sí representa un cambio. Anteriormente, los centros privados podían dar a escoger a una mujer en este grupo etario si prefería citología vaginal o prueba de VPH, a partir de ahora solo podrá utilizar la segunda.

¿Por qué se hace este cambio? ¿Por qué en mujeres en este rango de edad? Con motivo del Día de la Lucha contra el Virus del Papiloma Humano, especialistas dieron detalles sobre la implementación de la norma y de la importancia de la vacunación.

Alejandro Calderón Céspedes, coordinador del Programa de detección temprana de cáncer cérvix de la CCSS, expresó que son varias las razones del cambio. El papanicolau busca lesiones que el virus ya hizo, mientras que el examen de VPH permite encontrar 12 tipos de papiloma relacionados con lesiones cancerosas desde antes de que causen algún daño.

Además, la nueva prueba es mucho más eficaz que la citología tradicional. La sensibilidad, es decir, la probabilidad de que la prueba identifique como positiva a la persona que efectivamente tiene el virus, es de un 38,5% en el papanicolau, mientras que en la prueba de VPH es de un 96,1%.

Otra de las ventajas es que como el virus puede tomar varios años en ocasionar lesiones, si el nuevo examen sale negativo este deberá volver a realizarse cinco años después, en comparación con los dos años que pide la citología tradicional. Hay una excepción con quienes tienen problemas inmunitarios; en estos casos, la prueba de VPH se hará a partir de los 25 años y se repetirá cada tres años.

Si la prueba diera positiva, se le harán exámenes más a fondo para dar el tratamiento necesario.

Cuando la mujer asiste al Ebáis ella no notará cambios a la hora de realizarse el examen, la muestra se toma de la misma forma en ambos tipos de tamizaje, lo que varía son las técnicas utilizadas para hacer el análisis.

La prueba: a quiénes sí y a quiénes no y por qué

De acuerdo con la nueva norma, las mujeres sexualmente activas entre los 20 y 29 años tendrán la citología tradicional cada dos años y a partir de los 30 años se comienza con la prueba del VPH. La decisión se debe a que este es un virus sumamente contagioso, cerca del 80% de la población lo ha tenido. Es muy probable que a una mujer menor de 30 años se le haga una prueba y esta salga positiva, pero esto no quiere decir que en algún momento sea dañino.

El sistema inmunitario es capaz de eliminar este microorganismo por sí mismo. En la gran mayoría de ocasiones, el virus se queda inocuo por años, sin lesionar de forma alguna. Esto le permite al organismo montar su sistema de defensas y anticuerpos para atacar al virus y eliminarlo, por eso la mayoría de las infecciones son transitorias y sin lesiones precancerosas.

Ya después de los 30 años, las mujeres tienden a establecerse más en pareja y, si ellas tienen el virus, muy posiblemente ya lleven unos 10 años o más con la infección y esta sí puede llegar a causar lesiones.

Esta prueba no es necesaria en mujeres que no son sexualmente activas, mayores de 65 años que han dado negativo a lesiones y personas que tuvieron histerectomía (extirpación del útero) por causas benignas.

¿A partir de cuándo?

Los cambios comienzan en las zonas con mayor incidencia de tumores cervicouterinos. En el Pacífico Central se iniciará durante el primer cuatrimestre de este 2024. En la Región Chorotega (Guanacaste), en el segundo cuatrimestre.

En las regiones Huetar Norte (Zona Norte) y Brunca (Pacífico Sur) en el tercer cuatrimestre de este 2024. En la Huetar Atlántica (Limón), será en el primer cuatrimestre de 2025.

Finalmente, en las regiones Central Norte y Central Sur (Valle Central), será entre el segundo y tercer cuatrimestre del año entrante.

Cáncer de cérvix en Costa Rica

Cada año, en Costa Rica se diagnostican 285 tumores de cuello uterino y 133 mujeres pierden la vida por esta causa. El 70% de los casos y el 62% de los fallecimientos se da en mujeres entre los 30 y los 59 años.

Es el cuarto tumor más común en las mujeres ticas y el sexto más letal. Las zonas costeras tienen mayor impacto en incidencia (número de casos nuevos por año) y mortalidad.

Sin embargo, sí se han dado cambios. Entre 2000 y 2022, la incidencia bajó en un 60% y la mortalidad en un 40%.

En el mundo, 342.000 fallecen cada año. Medidas como la vacunación y el tamizaje para detección temprana podrían evitar el 80% de los decesos.