¿Cómo afecta la salud la ceniza del volcán Poás y qué hacer?

Los vecinos de zonas cercanas podrían sentir irritación y problemas respiratorios, pero hay consejos básicos que podrían ayudar

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Las emanaciones de ceniza del volcán Poás podrían afectar la salud de vecinos de las zonas aledañas. Irritación en vías respiratorias y ojos, alergia y otros males respiratorios son algunos de los problemas que podrían sufrir los habitantes de Alajuela, Poás, Sarchí, Naranjo y Zarcero, lugares donde la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) declaró alerta verde.

Según el Ministerio de Salud, debido a la falta de lluvias en la cima del volcán, la laguna se secó, lo que favorece que los productos salgan directamente a la atmósfera y alcancen comunidades de los alrededores e incluso se desplacen a lugares más alejados.

La Nación consultó con la neumóloga Astrid Martínez Alvarado, quien explicó cómo afectan estas emanaciones al cuerpo y qué pueden hacer las personas para mitigar estos síntomas.

La especialista aclaró que las emanaciones tienen dos componentes: los gaseosos y los físicos. Es decir, vemos la ceniza, pero también hay gases que se emanan, y la misma ceniza tiene sustancias químicas.

En los gases hay presencia de ácidos irritantes para las vías respiratorias, como el dióxido de sulfuro, el dióxido de carbono y ácido clorhídrico. Personas que no tienen problemas respiratorios podrían sentirse afectados, dado que estas sustancias pueden irritar la nariz, la garganta y otras vías respiratorias.

Esta irritación puede causar dolor de garganta, congestión nasal, tos y, en algunos casos, dificultad para respirar.

La ceniza es más gruesa, pero podría tener afectación a nivel ocular y causar irritación y picazón en los ojos. A más largo plazo podría tener efectos en los pulmones.

Personas muy alérgicas también podrían tener enrojecimiento y problemas en la piel.

En el caso de quienes tienen algún tipo de patología, los síntomas podrían ser mayores y podrían darse crisis, especialmente en los individuos que no tienen la enfermedad bajo control. Dentro de estos padecimientos se encuentran el asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), fibrosis pulmonar o incluso la rinitis alérgica, que podría verse exacerbada por estos gases y ceniza.

La intensidad de estos daños puede variar según la cantidad de tiempo que pase expuesta la persona, además de la cantidad y tamaño de las partículas de estos componentes.

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¿Qué hacer?

Aunque es imposible determinar hasta cuándo el volcán tendrá estas condiciones, sí hay medidas que las personas pueden tomar para mitigar lo máximo posible los efectos.

  • Si usted tiene alguna enfermedad crónica y tiene tratamiento recetado, es importante tener la medicación al día.
  • Si tiene síntomas que no se controlan con su tratamiento usual, es mejor que consulte a su centro de salud.
  • No se automedique, si tiene algún problema respiratorio o alérgico consulte con un profesional de salud que le guíe.
  • Aunque la ventilación en el hogar siempre es recomendada, en estos casos lo más conveniente es cerrar puertas y ventanas, para evitar lo más posible el ingreso de esta ceniza.
  • Si percibe que hay mucha ceniza o gases y debe salir, use mascarilla, esto filtra las partículas más grandes y minimiza el ingreso de las más pequeñas.
  • Si va a sacudir la ceniza que ingresó a su casa, prefiera un trapo húmedo, ya que uno seco podría levantar las partículas y llevarlas a la vía aérea.

También es importante mantenerse atento a las informaciones de las autoridades sobre la situación del volcán Poás, especialmente si usted vive en uno de los cantones cubiertos por la alerta verde.

Salud señaló que mantiene un constante monitoreo de la situación, así como un dialogo con los comités municipales de emergencia para tomar decisiones y proteger a la población de zonas afectadas.