‘Comilonas’ navideñas y mal uso de medicamentos pueden restar eficacia a tratamientos

Colegio de farmacéuticos advierte de que estas prácticas son muy comunes en la época, por lo que quienes siguen tratamientos médicos deben tener cautela con lo que consumen y cómo lo hacen

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Normalmente, cuando estamos bajo tratamiento médico y vienen las fiestas navideñas, es común que preguntemos si podemos tomar licor y, de ser así, cuál es el límite. Tenemos asociado que el alcohol podría restar eficacia a los medicamentos o, en algunos casos, provocar algún evento adverso. Poco preguntamos acerca de los alimentos y su efecto en los fármacos.

Lo cierto es que si nos excedemos con la comida también podríamos afectar nuestros tratamientos. El Colegio de Farmacéuticos advirtió de que en esta época donde hay más comidas y bebidas, donde estas pueden ser más grasosas, debe tenerse cautela, pues podrían retardar la acción de los medicamentos.

El farmacéutico Luis Carlos Monge, quien es vocero del Colegio, señaló que está comprobado que la ingesta de ciertos alimentos, especialmente los más grasosos, y de bebidas etílicas puede afectar la acción de los fármacos, pero también aumentar la toxicidad y causar efectos secundarios.

Cuando los alimentos son muy grasosos y se excede en ellos el hígado tendrá más trabajo, como los medicamentos se metabolizan en el hígado también hay peligros.

Otra práctica peligrosa consiste en pasar muchas horas sin comer para “guardar calorías” que puedan consumirse en el evento al que asistamos. Esto afecta al cuerpo aun sin estar bajo tratamiento médico, pero cuando sí se está esta costumbre es aún más riesgosa.

“Al tener mucho tiempo de ayuno, nuestro cuerpo comienza a interpretar que no hay comida disponible, y no sabe cuándo volverá a comer, por lo que comienza a almacenar más grasa. Estas grasas se pasan a azúcares para transformarse y dar energía. Pero también surgen otras sustancias que oxidan, y al combinarse con algunos medicamentos, pueden estresar al cuerpo aún más”, explicó Monge, en una entrevista anterior.

En aquella entrevista, su colega Larry Ramírez añadió: “no comer en todo el día para después comer un montón es todavía más peligroso cuando hay fármacos de por medio. Hay medicamentos que deben consumirse junto con alimentos, y esto puede complicar cuadros de gastritis y colitis y restarle eficacia al tratamiento”.

Cuando el licor entra en juego

Muchas personas no conciben una reunión social sin al menos una copa o “trago”. Sin embargo, cuando se trata de medicamentos, la cautela debe ser máxima.

En aquella entrevista, Ramírez aseveró que debido a que tanto la mayoría de los medicamentos, como el alcohol se metabolizan en el hígado, puede que estos últimos no lo hagan bien porque “entran en competencia”. Esto puede causar más efectos secundarios, o que el medicamento no cumpla toda la función.

A esto se le debe añadir que si una persona se embriaga el riesgo de que olvide la siguiente dosis es mayor y esto podría descontrolar el tratamiento y “descompensar” al paciente.

Otras prácticas que restan eficacia

Para Monge, uno de los principales problemas de esta época es que los horarios se alteran. Estos cambios de horarios pueden llevarnos a muchos errores al seguir la terapia indicada. Por ejemplo, se nos puede olvidar un medicamento en casa, o saltarnos una dosis, o irrespetar la hora en la que los tomamos. Incluso hay quienes deciden suspender el tratamiento durante esos días.

“Esta es una época de muchos cambios de rutina y alimentación, pero, aunque sea difícil, en los medicamentos no debemos hacer cambios”, recalcó.

Los especialistas del Colegio dan estos consejos para que los fármacos que usted está tomando tengan mejor efecto y pueda recuperar o mantener su salud:

  • Tomar el medicamento con abundante agua, al menos un vaso completo. Esto permitirá una adecuada disolución e ingreso en el organismo.
  • Evitar tomar medicamentos con bebidas gaseosas, jugos ácidos, café y té.
  • Reducir el consumo de comidas grasosas y no consumir bebidas alcohólicas que pueden neutralizar el tratamiento y generar efectos secundarios.
  • Respetar las instrucciones de consumo del medicamento. Hay medicinas que deben tomarse con el estómago vacío o justo después de comer para que cumplan con su función.
  • Respetar el horario. Siempre debe mantenerse la periodicidad indicada porque se necesita mantener una cantidad mínima efectiva de medicamento en el organismo para que la persona no se descompense o presente síntomas nuevamente.
  • Tomar el tratamiento hasta el final, no abandonarlo si se siente mejor.
  • Si va a salir de vacaciones, lleve sus tratamientos y manténgalos a la temperatura y la humedad que el empaque sugiere.
  • En caso de dudas, consulte a su médico o vaya a la farmacia más cercana.