Las sodas escolares en Costa Rica tienen una mayor oferta de frutas, agua y batidos de fruta que otros países latinoamericanos, como México o Argentina.
Sin embargo, un estudio realizado en Latinoamérica por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) encontró que en estos establecimientos todavía persiste la venta de comidas y bebidas no saludables.
Los investigadores visitaron sodas escolares en tres países (Costa Rica, Argentina y México), hicieron un cuestionario sobre su oferta, conversaron con los estudiantes y observaron si había publicidad de marcas comerciales presente.
El análisis, presentado este martes, incluyó escuelas públicas y privadas, en las cuales se observó oferta de golosinas, galletas y frituras.
“Hay cosas que pueden ser buenas o malas dependiendo de su presentación. Hay lácteos muy saludables, como la leche ‘pura’, pero otros pueden tener leche saborizada con grandes cantidades de azúcar, y eso no es tan bueno para la salud”, comentó Paola Letona, del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá, quien coordinó el trabajo.
Además, la mitad ofrecía chocolates y, tres de cada cuatro, helados. En todas las sodas visitadas se encontraron bebidas gaseosas o azucaradas.
Marcelo Ber, quien trabaja con Unicef en la vigilancia de los programas de las empresas, señaló que también las sodas escolares tienen responsabilidad en este problema.
“Si los niños tienen una oferta de producto sano y no ven tantas opciones de comidas o bebidas no saludables, será más fácil que coman sanamente”, manifestó Ber.
Para los investigadores, en Costa Rica hay otras estrategias empresariales que pesan en la elección de comidas.
“Costa Rica fue el país en el que más se vio una publicidad de tipo indirecta, que es donde empresas de alimentos iban a brindar charlas nutricionales tanto a padres de familia como a los chicos y les regalaban su producto después de la charla, aunque ese producto no necesariamente es el más saludable”, apuntó Letona.
Regulación. El Ministerio de Educación Pública (MEP) fue el encargado de diseñar, junto con el Ministerio de Salud, el Reglamento de Sodas Escolares; sin embargo, es a Salud al que le compete la vigilancia de estos establecimientos y la fiscalización para que se cumplan las normas.
Las autoridades de Salud trabajan en un programa de inspección para realizar visitas y regular las ventas de alimentos.
No obstante, aseguran que los padres son los principales responsables del tipo de alimentación que reciben sus hijos.
“Nada hacemos con tratar de vender alimentos saludables en las sodas si los alumnos llevan merienda con comidas no saludables. Tenemos que educar a las familias y también a los niños y a los adolescentes”, afirmó Olga Barrantes, de la Unidad de Planificación Estratégica, de Salud.