Una dieta que combine las grasas no saturadas, como el aceite de oliva, con vegetales ricos en nitritos, como la lechuga, puede protegerlo de la hipertensión arterial, sugiere un estudio realizado por el King’s College London.
“Cuando se combinan estos dos grupos de alimentos la reacción de ácidos grasos no saturados con compuestos de nitrógeno en las verduras resulta en la formación de ácidos grasos nitro”, explican en el sitio de la universidad británica.
Los ácidos grasos nitro influyen en una enzima que regula la presión arterial.
Los resultados, publicados en la revista PNAS, ayudan a explicar por qué algunos estudios previos han demostrado que la dieta mediterránea, en la que las grasas no saturadas y los vegetales son protagonistas, puede reducir la presión arterial y con ello proteger la salud cardiaca.
Otros estudios también han demostrado que la dieta mediterránea puede prevenir el desarrollo de la diabetes, favorecer la salud mental y otros beneficios para la calidad de vida.
El estudio, financiado por la Fundación Británica del Corazón, se hizo con ratones.