CCSS quiere poner en forma al casado de los almuerzos ticos

Receta actual se prepara con muchos carbohidratos y grasas dañinas

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La escena se repite todos los días a la hora del almuerzo. Alguien llega a una soda y pide un casado. Quien lo atiende toma un plato grande y sirve enormes porciones de arroz, frijoles, macarrones, carne, huevo frito, plátano maduro, con papa, yuca frita o camote.

El plato se hace pequeño para tanta comida, que se amontona como montaña en maqueta.

Al lado, un recipiente más pequeño contiene el pan y, finalmente, un refresco cargado de azúcar para ayudar a digerir todo lo anterior.

Quien se coma esto, mete en su cuerpo unas 850 calorías (casi el 50% de las 2.000 que el organismo necesita en un solo día), aunque, según la preparación del casado, el aporte energético fácilmente podría rebasar las 1.000 calorías.

Como si fuera poco, estas calorías no provienen de frutas y verduras ni de la proteína de carnes cocinadas con poca grasa vegetal. Su origen es un exceso de carbohidratos y grasas saturadas.

“El casado actual es una bomba calórica cargada de carbohidratos”, afirmó María Eugenia Villalta, gerente médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Esta comida se vende en todo el país y, según la CCSS, su ingesta frecuente empeora poco a poco la salud del corazón.

Esta es la razón por la cual la CCSS aconseja “poner en forma” este platillo tan tradicional.

“El tico tiene una alimentación muy alta en grasas, azúcares y sal, debemos ajustar esto para que el corazón no se enferme”, comentó la nutricionista Marisol Ramírez.

Casado ‘en forma’. La propuesta de la CCSS no es que el casado desaparezca, es hacerlo saludable.

“El casado se creó para campesinos que hacían mucho esfuerzo físico y necesitaban mucha comida para reponer energía. Ahora llevamos una vida más sedentaria y no podemos comer igual”, agregó Ramírez.

El casado “en forma” viene en un plato más pequeño, se cocina en aceite vegetal y tiene un 50% de frutas y verduras no harinosas, 25% de productos de origen animal (carne o huevo) y 25% de carbohidratos (arroz, frijoles, o verduras harinosas como papa, yuca o camote). Este modelo es de unas 600 calorías.

Los expertos aconsejan comer la ensalada primero –su fibra produce sensación de llenura–, cocinar con condimentos naturales, quitar el pellejo de las carnes antes de cocinarlas, quitar el salero de la mesa y no usar aderezos con mayonesa como base.

Además, se sugiere consumir frutas como postre, no comer en menos de 20 minutos ni someter al cuerpo a largas horas de ayuno o adicionar azúcar al refresco.

Tras un corazón sano. Estos cambios buscan mejorar la salud del corazón. Datos de la CCSS revelan que en 2012 se dieron 20.938 internamientos en hospitales públicos por males cardíacos.

En el país, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte desde 1970; en más de 40 años esto no ha cambiado. Prueba de ello es que 4.801 ticos murieron en 2011 por problemas del corazón: 12 muertes por cada 100.000 habitantes, el 25,5% de todas las muertes.

En 2011, (último año para el que hay datos) la CCSS invirtió ¢97.029 millones en la atención de este tipo de enfermedades.

El epidemiólogo Roy Wong dijo que el 36% de los adultos ticos tiene sobrepeso y el 26% es obeso.

Para Wong, una persona que pasa de peso normal a sobrepeso, dobla su riesgo de diabetes y aumenta un 50% la posibilidad de hipertensión. Quien pasa de sobrepeso a obesidad, quintuplica su riesgo de diabetes y dobla sus posibilidades de hipertensión.

“Debemos vigilar la alimentación; tiene mucho peso en la salud”, aconsejó Wong.