Cartaginés recibió primer trasplante de riñón en el Max Peralta después de cuatro años de espera

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Un vecino de Cartago, quien tenía más de cuatro años esperando un riñón, se convirtió en el primer paciente en recibir un trasplante de este tipo en el Hospital Max Peralta.

Ese centro médico realizó por primera vez un procedimiento de este tipo la semana pasada y fue el paciente con más tiempo en hemodiálisis quien protagonizó el hito, que de acuerdo a la gerente de la Caja Costarricense de Seguro Social, María Eugenia Villalta, representa el "banderazo de salida" para el programa de trasplante renal de ese hospital.

Ernesto Castro, néfrologo que lideró el procedimiento, contó que el equipo se venía preparando desde hace casi tres años con la creación de protocolos y estaban a la espera de que se diera un caso compatible y se contara con las condiciones idóneas, las cuales incluían el visto bueno de la Caja Costarricense de Seguro Social y el Ministerio de Salud.

Finalmente, la semana pasada se presentó un donante cadavérico, del cual se extrajeron únicamente los riñones, de los cuales uno fue enviado al Hospital Nacional de Niños y el otro sirvió para aliviar el padecimiento del hombre de 50 años, quien había perdido sus riñones a causa de una enfermedad inmunológica.

La cirugía duró cerca de tres horas y en ella participaron diez personas.

"Me cuesta creer que esto haya pasado, antes del miércoles pasado era otra persona, me cansaba mucho, amanecía con dolores, no dormía ni comía bien, me daba comezón en todo el cuerpo, una condición que me limitaba mucho, pero ahora eso quedó en el pasado. Saber que soy el primero en Cartago y que se abrió una posibilidad para la gente que estaba como yo me da mucha alegría y no puedo más que dar gracias a Dios y al hospital. A esos médicos y al personal tan capaz que nos dan una oportunidad de retomar la vida", comentó el paciente, cuyo nombre no fue revelado.

Castro mencionó que el paciente ha mostrado una recuperación satisfactoria y probablemente reciba el alta médica esta misma semana.

Anteriormente, los pacientes que requerían un trasplante de este tipo en Cartago eran enviados al Hospital Calderón Guardia, donde se operaban y luego regresaban al Max Peralta a completar su recuperación. El año pasado se envió a 22 personas con donantes vivos bajo ese sistema.

De acuerdo con los especialistas, cuando este procedimiento se hace a partir de un donador cadavérico representa una logística más compleja. Además, afirman que cuando se realizan trasplantes de riñón, si bien los cuidados son más rigurosos, la calidad y expectativa de vida de los pacientes mejoran significativamente porque reducen el riesgo cardiovascular por su condición renal (infartos, insuficiencia cardiaca), infecciones y otras complicaciones derivadas.

Aún hay otras 25 personas en lista de espera para trasplantes de este tipo, en el Max Peralta.

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