Carretas y bueyes tomaron Escazú

Más de 200 yuntas desfilaron ayer acompañadas por decenas de curiosos

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Aunque en un principio parezca sencillo, dominar dos potentes animales, que pesan cientos de kilos, con solo la palabra y un fino chuzo, es todo un arte.

Don Basilio Baudride tiene décadas de conocer esta tradición. Ayer desfiló en Escazú con una pareja de bueyes de cuatro años, altos, con una cornamenta bien formada y tonos que combinaban el negro y el blanco en su cuero.

“Los bueyes entienden cuando uno les habla. Hay que enseñarlos a que respeten: si uno los manda a pararse, que se paren; si uno quiere que caminen, que caminen”, explicó Baudride.

La ayuda complementaria viene del chuzo, con el cual se les da “un toque”, si no terminan de comprender que deben avanzar o que deben alzar la cabeza, que es la pose con la que más se disfruta de ellos en un desfile como el que se dio este domingo por la mañana en las calles escazuceñas.

Esta comunidad del oeste de San José vio pasar en su camino hacia San Antonio (unos cientos de metros al norte) a más de 200 yuntas como las de don Basileo, como parte de las celebraciones del Día Nacional del Boyero.

Aplausos. A lo largo del camino había familias completas. A las carretas más coloridas y a los bueyes más imponentes los premiaban con un aplauso.

A esta actividad asistieron vecinos de la zona, además de boyeros de todo el país, con animales de todas las edades y tamaños.

Según comentó Francisco Mejía, presidente de la Asociación del Rescate de la Tradición del Boyeo de San Antonio de Escazú, este desfile tiene 28 años de realizarse.

“Aquí hay mucha construcción, pero aún hay sectores agrícolas, campesinos que, a pesar de los avances de la tecnología, siguen teniendo su yunta”, agregó Mejía.

Carlos Zamora, vecino de Sabanilla de Montes de Oca, llevó a su padre, del mismo nombre y quien tuvo bueyes, a disfrutar del desfile.

“Muchas de las yuntas y los bueyes ahora son más para desfiles que para trabajo, pero es muy importante que se siga rescatando este tipo de tradiciones”, dijo Zamora.

Desde noviembre del 2005, la carreta y el boyeo son parte de la lista del patrimonio oral e intangible de la humanidad, según lo proclamó la Unesco.