¿Cuáles son las pautas que debemos tener para ese “envejecer con orgullo”?
Hay dos formas de envejecer, una es la cronológica y uno no puede hacer nada por cambiar eso. La otra es de tipo biológico, eso sí puede cambiarse, pero para cambiar eso, la salud debe cuidarse desde que uno es joven.
“No es de tomar pastillas, porque las pastillas se toman cuando usted ya se enfermó por no cuidarse. La medicina apaga incendios no sirve. Es de dormir bien, comer bien, hacer ejercicio, tomar agua, no fumar y tener amigos.
“También hay otro tipo de envejecimiento, que es de tipo social, cuando la gente dice ‘ya a esta edad no se debería hacer tal o cual cosa, y uno se lo cree, uno también se envejece’”.
¿Cómo tener ese balance en la vida para disfrutar de la vejez sin problemas?
A la vida no vinimos de turistas, vinimos de tripulantes, a trabajar. Si nos quedamos quietos esperando a que todo se mueva, nuestra vida misma nos la va a cobrar ya de viejos.
“La equivocación más grande es ver a la vejez como algo lejano que nos ocurrirá en mucho, mucho tiempo, cuando es un proceso que empezó desde antes de que naciéramos y del que debemos cuidarnos desde ya”.
“Para tener balance debemos cultivarlo todo. La parte física, pero también las relaciones con las otras personas que nos dan salud mental y emocional”.
¿Cómo asumir los años?
Simplemente viviendo y disfrutando de cada etapa, no hay algo como de una edad mejor o peor, todas tienen su gran encanto.