El tener una capacidad diagnóstica mayor del SARS-COV-2, virus causante de la covid-19, es una de las estrategias necesarias para mantener un mayor control de la enfermedad.
El tener laboratorios de biología molecular en hospitales de diferentes zonas del país, que puedan procesar pruebas diagnósticas de PCR, es una de las promesas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que comienzan a cumplirse.
Angie Cervantes Rodríguez, microbióloga de la Dirección de Desarrollo de Servicios de Salud de la CCSS, señaló que a partir de la próxima semana se sumará a la red de diagnóstico covid-19 el laboratorio clínico del hospital Nacional de Geriatría y Gerontología. Este procesará muestras de ese centro médico y de diferentes establecimientos de la red de servicios de la institución.
Además, en las próximas semanas, entrarán en funcionamiento nuevos laboratorios de diagnóstico molecular de los hospitales Enrique Baltodano Briceño (Liberia), Tony Facio Castro (Limón) y Fernando Escalante Pradilla (Pérez Zeledón).
Estos nuevos laboratorios se unen a los que ya estaban en el hospital Max Peralta en Cartago y el Monseñor Sanabria de Puntarenas.
“Establecimos una estrategia de regionalización del diagnóstico molecular en la que propusimos hacer laboratorios nuevos en las dos costas y en las dos zonas cercanas a las fronteras, para así solventar las necesidades de la población en todo el país”, comentó la Cervantes.
Asimismo, incluye el desarrollo de un segundo laboratorio en el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, que permitirá apoyar el análisis de muestras covid-19 de los establecimientos de la red de servicios de la CCSS.
“La estrategia nos ha permitido desarrollar laboratorios nuevos y fortalecer y aumentar la capacidad de aquellos que ya estaban utilizando esta modalidad de diagnóstico”, manifestó la especialista.
El análisis molecular constituye, según la microbióloga, la manera más segura y eficiente de realizar el diagnóstico para el nuevo coronavirus, pues permite detectar la presencia de material genético SARS-CoV-2, incluso semanas después de que la persona se contagió.
Esto se debe a la alta sensibilidad que posee este método; es decir, permite detectar el virus en una mayor cantidad de muestras, sin riesgo a confundirlo con otros agentes infecciosos.
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