Bebé con extraña malformación cardíaca se recupera tras cirugía en Hospital de Niños

Menor nació con un mal llamado Cor triatriatum, en el que se dificulta el paso de la sangre por el corazón

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La malformación con la que nació Isaac Felipe Ríos Jara hace dos meses es tan rara que solo se ve en el 1% de las anomalías del corazón. Incluso, ningún médico costarricense se había enfrentado anteriormente a ella.

Este mal se llama Cort tritriatum y se caracteriza porque la aurícula izquierda del corazón es separada por una membrana de fibra y músculo que la divide en dos cámaras que se comunican por uno o más orificios. Esto dificulta muchísimo la circulación sanguínea y ponía la vida de Isaac en riesgo.

Según informó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en un comunicado de prensa, la única forma de corregir este problema era con una cirugía a corazón abierto, situación de alta complejidad dado el tamaño de las venas, arterias y músculo cardíaco en un bebé.

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Sus padres notaron que su hijo no estaba bien y lo llevaron al hospital de su natal San Carlos, donde los especialistas sospecharon que se trataba de algo muy complejo y lo trasladaron de emergencia al Hospital Nacional de Niños (HNN). Esto sucedió el pasado 25 de noviembre, cuando el bebé tenía 23 días de nacido.

"Un pediatra del Hospital de San Carlos ya lo había visto varias veces. Al principio se creía que era algo en los pulmones, porque se le dificultaba respirar, pero lo que sucedía era que esa malformación no permitía el paso de la sangre del ventrículo izquierdo a la aurícula izquierda. Esto congestionaba al pulmón y el bebé no podía respirar de forma adecuada", comentó a La Nación Javier Brenes, cirujano cardiovascular del Hospital de Niños que dirigió la cirugía.

Su situación se complicó al llegar al HNN y no lo pudieron operar de inmediato, incluso fue bautizado con "agua del socorro" (un tipo de bautismo que según el rito católico se realiza única y exclusivamente cuando la vida de un recién nacido está en peligro y no hay posibilidad de recurrir a un sacerdote).

El menor se estabilizó posteriormente y se le realizó una cirugía para remover el tejido fibromuscular. El procedimiento fue liderado por Brenes y su colega Ronald Quintana.

"La cirugía tuvo una duración de unas siete horas, pero se tuvo que dejar durante más tiempo con una máquina que hacía las veces del corazón y de pulmones, antes de que su órgano cardíaco tuviera la fuerza suficiente", aseveró Brenes.

El menor regresó a su casa casi un mes después, donde se recupera y sigue alimentándose y ganando peso.

"Para nosotros significa nuestra mayor bendición, sentimos mucha paz. Sufrimos bastante, fue una prueba que Dios nos puso, y ya estamos bien agradecidos. Está muy bien, alimentándose muy bien, tenemos que tenerlo aislado por varias semanas por recomendación médica, pero va evolucionando bastante bien", manifestó Willy Ríos, padre de Isaac Felipe.

Por su parte, Brenes asegura que ya con este problema corregido el niño podrá llevar una vida normal con un corazón sano.

En el 2016, el equipo de cirugía cardiovascular del HNN realizó 235 intervenciones. El 15% era en niños menores de un mes, el 17% era de bebés que pesaban menos de 3,5 kilos. La mortalidad fue de un 1,3%.

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Según información dada a conocer por especialistas de ese centro médico y de la CCSS, antes del 2014 la mortalidad por ese tipo de cardiopatías era de 7,8%, lo cual, generó fuertes críticas en su momento.