Audífonos deben ser adaptados a funcionamiento de células de oído

Sonidos vibran con mayor intensidad en unas zonas de ese órgano que en otras

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Cuando escuchamos un sonido, las células de nuestro oído no actúan de la misma forma; ese sonido vibra en intensidades y frecuencias diferentes según el lugar donde están ubicadas.

En otras palabras, en algunas zonas del oído el sonido vibrará con mayor intensidad que en otras.

Este descubrimiento , hecho por científicos de la Universidad de Columbia en Estados Unidos y publicado este miércoles en la revista Biophysical Journal, podría cambiar la forma como se hacen los audífonos e implantes cocleares para que sean más eficientes.

Con ello se podría ayudar a cerca de 275 millones de personas que tienen algún tipo de deficiencia auditiva, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Muchos grupos de científicos alrededor del mundo buscan la próxima generación de implantes cocleares y para ello tratan de entender cómo funcionan las células del oído y sus microvibraciones”, manifestó en un comunicado Elizabeth Olson, coautora del estudio.

Descubrimiento. Los investigadores se concentraron en las células de todo el oído, pero especialmente en las que se ubican en la cóclea pues esta es la zona encargada de amplificar el sonido.

Las células de esta zona tienen vellosidades en sus membranas que vibran según las frecuencias de sonido y sus tonalidades.

Para examinar los mecanismos responsables de este proceso en la cóclea, los expertos diseñaron sensores diminutos que pudieran medir simultáneamente fluctuaciones de presión y vibraciones en las células en diferentes ubicaciones.

Para ello, partieron de lo que ya sabían: que los vellos en las membranas celulares “abren” canales de iones y esto hace que las ondas de sonido entren y generen vibración. Ello, a su vez, envía una señal a las células nerviosas y posteriormente estas envían la señal auditiva al cerebro.

Con esta información, los investigadores hallaron que el tiempo en que las vibraciones se activan y generan retroalimentación hacen que las células vibren a distintas intensidades según su ubicación.

Estos vellos de las células impulsan la energía hacia el movimiento en la cóclea, de la misma forma en que una persona se impulsa con sus pies cuando está en una hamaca.

Para los científicos, este hallazgo es vital para una nueva generación de audífonos e implantes cocleares pues los que se utilizan en la actualidad amplifican las señales sónicas a toda la cóclea, sin poder duplicar los parámetros de ubicación de las células en las orejas y que el sonido vibre con distinta intensidad según el lugar.

No obstante, el documento es enfático en que aún falta mucho por investigar para que un audífono pueda reproducir este mecanismo natural del oído.