30 minutos de siesta mitigan efectos de una mala noche

Metabolismo y sistema inmunitario se recuperan; baja riesgo de sobrepeso

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¿Cómo hacer frente a las secuelas de una noche de insomnio? Una siesta de 30 minutos por la tarde ayudaría a recuperar las hormonas y proteínas perdidas y restablecería el buen funcionamiento del organismo.

Así se desprende de un estudio hecho por científicos de la Universidad de La Sorbona, en París. El documento, publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism , señala que ese tiempo basta para regenerar el metabolismo que estuvo “apagado” y sin funcionar cuando la persona se mantuvo despierta en vez de dormir lo necesario.

Además, podría ayudar a contrarrestar posibles efectos de la falta de sueño, como el riesgo de sobrepeso y la obesidad.

El estudio. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores reclutaron a personas de entre 25 y 32 años.

Tras responder un cuestionario sobre su salud y hábitos de vida, se les sometió a un programa de restricción de sueño: solo podían dormir dos horas por noche durante dos semanas. En la primera semana, solo conciliaron el sueño durante ese breve lapso nocturno; en la segunda, se les hizo dormir una siesta de 30 minutos a la mitad de la tarde.

Desde el primer día con siesta, los participantes mostraron un incremento de 2,5 veces en sus niveles de norepinefrina, hormona del estrés que aumenta el ritmo cardíaco, la presión arterial y el azúcar en sangre.

Antes de dormir por la tarde, los individuos analizados mostraban niveles bajos de una proteína llamada interleucina 6, que combate los virus.

Tras la siesta diaria, se notó que los niveles de norepinefrina y de interleucina 6 volvieron a la normalidad.

Se ha comprobado que la falta de sueño puede aumentar el riesgo de diabetes, hipertensión y depresión. El sueño insuficiente se asocia, además, con una menor productividad laboral, y con accidentes industriales y de tránsito.

“Pero una siesta de 30 minutos puede revertir el impacto hormonal de una noche en la que se durmió mal”, sostiene Brice Faraut, investigador del estudio.

“Esta es el primera vez en que hay evidencia de que la siesta puede restaurar los biomarcadores de la salud de las neuronas, el metabolismo y el sistema inmunitario hasta niveles normales”, agregó el experto.

El documento asegura que esta estrategia podría ser útil para personas con horarios de trabajo nocturno.