20.000 bombillas prendieron la felicidad en HNN

Centenares de familias asistieron a actividad, que se realiza desde 1964

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Aunque Costa Rica tiene un 53,2% de cobertura boscosa, anoche solo importó un árbol.

Centenares de personas acompañaron a los pacientes del Hospital Nacional de Niños (HNN), en la iluminación del árbol de Navidad de ese centro médico, una tradición que se remonta a 1964.

En una típica tarde decembrina, con revoloteo de pericos y tonadas navideñas, familias enteras se acercaron al hospital para ver encender las 20.000 bombillas, que año a año, engalanan el árbol.

Por el patio delantero del HNN pasaban abuelas encorvadas persiguiendo a sus nietas, parejas que se turnaban para cargar a una bebé y niños que corrían entre las piernas de la multitud.

“Este es el árbol que marca el inicio de la Navidad en Costa Rica. Este ha sido el de verdad, por los últimos 50 años”, declaró el director del HNN, Rodolfo Hernández, minutos antes de iluminar el árbol.

Los médicos animaron a los niños presentes a alzar sus manos para lograr encender las bombillas. “Cinco, cuatro, tres dos, uno...”, y nada pasó.

Los animadores-parte del colectivo Hospisonrrisas que intenta alegrar la vida en el centro médico- invitaron a los pacientes del hospital a unirse. “Esto es para ustedes”, dijo uno de ellos.

En los balcones del edificio, niños con respiradores, con las cabezas vendadas o simplemente esperando en sillas, respondieron al llamado. Ahora sí, a las 6 p. m., como todos los años, se encendieron las miles de luces del árbol.

Carne propia. Hace unos años, Kenlly Salgado batallaba contra una leucemia en el hospital. Hoy, ya curada, la joven de 14 años toca el contrabajo en la Orquesta Sinfónica del Sistema Nacional de Música y el Hospital de Niños, que se presentó en el evento.

Los integrantes de la agrupación dedicaron el espectáculo a Nicole Badilla, quien era violinista y murió en agosto.

“Yo también llegué a estar ahí (internada) y sé que se siente muy bien cuando llega gente a estas actividades”, explicó Salgado.

Esa orquesta la conforman pacientes o expacientes del hospital con enfermedades crónicas. A quienes ya no tienen edad para ser tratados en el HNN –como Víctor Miranda, de 19 años, quien tiene un mal cardíaco– la agrupación les sirve para mantener contacto con el centro médico.

Durante el final de la tarde y parte de la noche, el espectáculo continuó en una tarima orientada hacia la fachada del edificio, para que los pacientes disfrutaran del espectáculo.