152 menores sufrieron lesiones al tragarse o introducirse piezas de juguete este año

65 niños sufrieron por cuerpos extraños en el oído y 51 por objetos en el esófago En 11 meses los casos aumentaron un 42% en relación con los 12 meses del 2010

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San José (Redacción).  En los primeros 11 meses de este año, 152 niños sufrieron lesiones por piezas de juguete o comida que se tragaron o se introdujeron en alguna otra parte del cuerpo.

Así lo alertaron esta mañana en conferencia de prensa autoridades del Hospital Nacional de Niños. Entre enero y noviembre, las cifras aumentaron en un 42% en comparación con todo el año 2010, cuando 96 menores sufrieron por cuerpos extraños en su organismo.

Este año 65 menores (42,8%) fueron atendidos tras introducirse objetos en el oído, principalmente piezas de juguetes. Le siguieron 51 niños ( 33,6%) con cuerpos extraños en el esófago, 15 niños (9,9%) con objetos en los orificios nasales, 9 niños con cuerpos extraños en los bronquios (5,9%) y tres niños con objetos en el estómago (2%).

"Esto puede poner a un niño entre la vida y la muerte, por eso debemos ser conscientes de los regalos que le damos a nuestros niños en Navidad", advirtió Rodolfo Hernández, director del Hospital Nacional de Niños.

"El tamaño de las piezas de los juguetes debe ser invesamente proporcional a la edad del niño: entre más pequeño el niño, más grande debe ser el tamaño de los juguetes. Si le regalamos algo con piezas más pequeñas a su hermano mayor, debemos estar al pendiente para que el niño no sufra. También debemos tener cuidado con los rellenos de muñecas o peluches, fijémonos en las costuras, para que los niños no corran el riesgo de que el relleno se salga y se lo coman. Si un juguete trae un cordel o mecate, debe ser corto, para evitar que se ahorque a la hora de jugar", añadió.

Para Max Figueroa, jefe de de Psiquiatría y Psicología del Hospital de Niños, también debe hacerse ver al niño que lo importante de esta época no son los juguetes.

"Evitemos juguetes bélicos o violentos, pero también seamos enfáticos en que no todo en la Navidad son juguetes, si los llenamos de juguetes y nada más, ellos van a creer que estamos en la obligación de dárselos, y estamos promoviendo que no sean agradecidos. Más bien busquen compartir el tiempo de juego con ellos en lugar de llenarlos con juguetes", comentó.