Dos edificios diseñados por la firma de arquitectura Gensler Costa Rica fueron galardonados por la Asociación Internacional de Diseño de Interiores (IIDA, por sus siglas en inglés)
Dicha entidad premió a dos proyectos de diseño del espacio interno en las categorías retail y entretenimiento.
En el certamen participaron proyectos de Latinoamérica y el Caribe. Se evaluaron creatividad, originalidad, matices culturales y diseño de excelencia.
En la categoría retail (pequeños negocios), resultó ganador el nuevo edificio de la tienda de los Museos del Banco Central, en los bajos de la plaza de la Cultura.
La tienda abrió sus puertas en marzo pasado para exhibir productos diseñados por ticos e inspirados en culturas precolombinas. El espacio ofrece unos 300 productos: joyería inspirada en piezas arqueológicas, animales de jícara pintados por manos indígenas, textiles bordados y máscaras borucas del “juego de los diablitos”.
Según destacó Gensler Costa Rica en un comunicado, el principal reto fue armonizar un nuevo diseño con el estilo arquitectónico de uno de los inmuebles más icónicos de San José. El resultado fue un edificio en el que predominan figuras geométricas como triángulos, trapecios y trapezoides en sus ventanales, repisas y muebles exhibidores.
El objetivo es que el público logre una experiencia de cercanía con los productos.
La directora de los Museos del Banco Central, Virginia Vargas, calificó el diseño como “exitoso”. “Ha permitido visibilizar más la tienda, aumentar el tránsito de visitantes por ella, prolongar su estancia y llamar la atención de nuevos diseñadores costarricenses para colocar sus productos aquí”, destacó Vargas.
Diversión. El proyecto ganador en la categoría entretenimiento fue el edificio para el Teatro El Triciclo, en el centro comercial Plaza Tempo, en Escazú.
Dicha propuesta busca crear un espacio multifuncional que pudiera usarse como sala de teatro o como auditorio.
El diseño permite realizar obras de teatro, proyecciones cinematográficas y conferencias.
Con una capacidad para 160 butacas, el edificio se caracteriza por un elemento llamado “cinta”, que permite la conexión fluida entre escalera de ingreso, vestíbulo y teatro. Cuando esa cinta de madera llega a la sala de teatro se abre como un abanico y convierte al techo en una superficie acústica que mejora el sonido del espectáculo y de las risas del público.