Una dieta sustentable beneficia a su salud y al ambiente

La FAO definió a las dietas sostenibles o sustentables como las que tienen un efecto protector y respetuoso de la diversidad biológica y los ecosistemas, y permiten la optimización de los recursos naturales y humanos

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Tener una dieta sustentable no solo beneficia al medio ambiente sino también a su salud.

Así lo afirman diversas nutricionistas que aprovechan el verde mes de junio para promover este tipo de alimentación sana.

“Entre los principales beneficios de la alimentación sustentable se puede mencionar que los productos utilizados son libres de pesticidas y químicos perjudiciales para la salud y que, como se aprovechan los alimentos que son producidos de forma local, no pierden los nutrientes que implican los procesos de almacenamiento y transporte”, explica la nutricionista María Laura Matamoros del Centro de Nutrición Larisa Páez.

Para tener una alimentación sustentable, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) exige considerar todos los aspectos y fases de vida de un producto, desde la producción hasta el consumo final.

Así, por ejemplo, en la producción se utilizan técnicas y prácticas agrícolas que protegen la salud pública, las comunidades, el medio ambiente y el bienestar de los animales; mientras que en la comercialización se optan por medidas como envases reciclados.

En cuanto al procesamiento, no contienen aditivos ni conservantes y se evitan procesos que consumen una alta cantidad de energía y agua.

El consumidor tiene otra cuota de responsabilidad para tener una dieta amigable con el ambiente.

Debe preferir los productos locales producidos a nivel nacional ya que el trámite de importación aumenta la huella de carbono y los productos propios de la estación climática.

Además, debe evitar descartar la piel de productos como las frutas para aprovecharlos al máximo.

También se recomienda congelar los productos frescos y los restos de comida antes de que se descompongan, donar lo que no se vaya a aprovechar y, si ya es demasiado tarde para eso, usarlos como abono en, ojalá, huertas propias.

Planificar los menús de la semana para evitar las compras compulsivas y pedir en el restaurante que se empaque para llevar lo que no consumió ahí son otras prácticas de quienes tienen una alimentación sustentable.

En opinión de la nutricionista Karol Madriz, este tipo de alimentación con bajo impacto ambiental contribuyen a la seguridad alimentaria, nutricional y a la vida sana de las personas y los animales.

Además, dice, las dietas sustentable son culturalmente aceptables, económicamente justas y asequibles, y nutricionalmente adecuadas, inocuas y saludables.