Un intercambio de reproches protagonizado por el diputado liberacionista Luis Martínez y el ministro del Ambiente, René Castro, reavivó ayer la disputa por la tala de 896 cipreses en una finca de San Rafael de Heredia.
Martínez atizó la hoguera cuando ayer en horas de la mañana calificó de "salida facilista" la defensa hecha por Castro sobre el permiso que concedió su cartera a la empresa Ireleo S.A. para realizar la corta.
El jerarca anunció el pasado martes que esta compañía -propietaria de la finca, ubicada en las cercanías del Bosque de la Hoja- cumplió los requisitos de ley puesto que el terreno está dedicado a la siembra de árboles.
Pero el legislador liberacionista cuestionó ayer tales alegatos al afirmar que esos árboles fueron plantados muchos años atrás con el fin de que funcionaran como "tapavientos" y evitaran la erosión del suelo.
Agregó que estos cipreses servían de receptores de la humedad nocturna que alimenta los mantos acuíferos de la zona y que, por tanto, en el futuro podría afectar el suministro de agua potable en San Rafael de Heredia y el área metropolitana.
En ese sentido, enfiló sus críticas contra lo que calificó como un "cambio de la noche a la mañana" en las autoridades del AyA, que primero pronosticaron una crisis futura en materia hídrica y luego bajaron de tono.
Castro respondió que el diputado verdiblanco "habla mucho y estudia poco" pues, según dijo, la erosión que ocasiona la agricultura y la ganadería no se puede combatir con simples "tapavientos" sino que se requieren masas boscosas.
Indicó que se está conformando un panel con académicos universitarios y de colegios profesionales para revisar los estudios técnicos hechos por su Ministerio y cualquier otro documento que quieran aportar los interesados.
La idea, explicó, es que este grupo determine si se actuó en forma adecuada. Por otro lado, aseguró que el mismo Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) señaló que el impacto producido por esa tala no será significativo.
Castro atribuyó las opiniones contradictorias vertidas por esta entidad a una reacción emocional que, en el primer momento, tuvieron algunos funcionarios. Agregó que después se rectificó con base en los criterios técnicos.
Por otra parte, Martínez informó de que la Comisión legislativa de Asuntos Agropecuarios iniciará la próxima semana la discusión del proyecto de ley forestal que, entre otros, propone penas de cárcel y multas contra quienes talen en zonas protegidas.
Bajaron el tono
En cuestión de días el AyA y la ESPH cambiaron el tono de sus críticas por la tala de cipreses en Heredia:
Frases de antes:
"La tala es un golpe gravísimo a la ecología y a las fuentes de agua potable." "Más de 25.000 habitantes serán afectados en el futuro." "Las lluvias producirán inundaciones que pondrán en peligro tuberías, válvulas, puentes y a los habitantes de la localidad." "En el caso de los ríos, por la erosión del terreno, sus aguas cambiarán de calidad, lo que impedirá que sean usadas para consumo humano."
Frases de ahora:
"Sus efectos no serán significativos en la disponibilidad de recursos hídricos de Heredia y el área metropolitana." "Para la obtención del permiso respectivo, se cumplió con todos los trámites administrativos y requisitos legales." "Se han establecido las medidas de mitigación para que el incremento de la turbiedad no afecte la toma de agua que abastece a San Rafael."
Fuente: Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH).