ONU: Actividades humanas insostenibles han enfermado al planeta y sus habitantes

Graves males ambientales aquejan a la Tierra y cada año provocan la muerte de millones de personas. Expertos hacen un llamado a tomar acciones urgentes y sin precedentes

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A largo plazo, el planeta Tierra no será capaz de mantener una población sana, satisfecha y productiva, a no ser que se produzcan cambios profundos y urgentes en los hábitos de consumo y producción.

Esa es una de las advertencias que se desprenden de un informe presentado este miércoles por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el panorama ambiental del planeta.

El documento titulado Perspectiva Ambiental Global, da cuenta de los graves males que aquejan al planeta y que a su vez inciden en la salud de sus habitantes.

Entre los males diagnosticados, el reporte científico destaca: el cambio climático, la extinción a nivel mundial de animales y plantas, así como una población global que se acerca a los 10.000 millones de habitantes para el 2050.

Otros factores son: la degradación de la tierra, la contaminación del aire y la presencia de plásticos, pesticidas y productos químicos en el agua que alteran las hormonas hacen del planeta un lugar poco saludable para las personas.

“La salud humana estará cada vez más amenazada si el mundo no toma medidas urgentes para frenar y reparar los graves daños causados al medio ambiente, lo que se podría reflejar en millones de muertes prematuras a mediados de siglo en ciudades y regiones de Asia, Medio Oriente y África”, advirtió la ONU.

El informe fue elaborado durante los últimos cinco años, con la participación de 250 científicos y expertos de más de 70 países, quienes concluyeron que las actividades insostenibles del ser humano han ido “degradando los ecosistemas de la Tierra y socavando los cimientos ecológicos de la sociedad”.

Cuadro clínico del planeta

El mayor impacto negativo lo genera la contaminación atmosférica; cada año ocasiona entre seis y siete millones de muertes prematuras y deja pérdidas anuales de $5 billones, que los sistemas de salud deben invertir para atender a las personas afectadas.

Le sigue la degradación del agua, la biodiversidad, los océanos y el medio ambiente terrestre. En este sentido, el reporte señala que cada año 1,4 millones de personas mueren por enfermedades prevenibles como la diarrea y otras causadas por parásitos intestinales, asociados al agua potable contaminada.

El recurso hídrico también se ve amenazado por las ocho toneladas de residuos plásticos que llegan a los océanos cada año, y los antibióticos que entran en el ciclo hidrológico por la eliminación de aguas residuales domésticas e industriales, la agricultura, la cría intensiva de ganado y la acuicultura.

A esto se suma la presencia de otros productos químicos en los sistemas de agua dulce, que generan perturbaciones en los sistemas endocrinos de las personas y que también pueden tener efectos a largo plazo como subdesarrollo fetal y problemas de fertilidad.

Los efectos del comportamiento humano también se observan en la biodiversidad, al desencadenar “un importante proceso de extinción de especies, que pone en peligro la integridad planetaria y la capacidad de la Tierra para satisfacer las necesidades humanas”.

Por ejemplo, entre 1970 y 2014, la abundancia de las poblaciones mundiales de especies de vertebrados se redujo en promedio en un 60%. Mientras que los medios de subsistencia del 70 % de las personas que viven en situación de pobreza, dependen directamente de los recursos naturales.

“De mantenerse el ritmo actual de disminución, las generaciones futuras se verán privadas de los beneficios que tiene la diversidad biológica para la salud”, indicaron los expertos.

Soluciones al alcance

El sombrío panorama presentado en el reporte, más que desmotivar, pretende convertirse en un llamado de atención para los tomadores de decisiones, para “adoptar medidas urgentes a una escala sin precedentes para detener y revertir esa situación y proteger así la salud humana y ambiental y mantener la integridad actual y futura de los ecosistemas mundiales".

La ONU aseguró que el mundo tiene a su disposición las herramientas científicas, tecnológicas y financieras, necesarias para encaminarse en la ruta del desarrollo sostenible.

“Hay tiempo, pero la ventana se cierra rápidamente”, dijeron los editores del informe, Joyeeta Gupta y Paul Ekins, a la agencia de noticias AP, en un correo electrónico.

"El informe constituye una hoja de ruta para trascender el pesimismo y unirnos para enfrentar los retos y tomar el futuro en nuestras manos”, dijo por su parte, la exdirectora de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera, Jane Lubchenco, quien no tuvo participación en el documento.

La publicación del informe coincide con la celebración de la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se realiza en Nairobi, Kenia y en la que participan los ministros de medio ambiente del mundo.

Se espera que las negociaciones en este encuentro giren alrededor de temas críticos como: detener el desperdicio de alimentos, promover la movilidad eléctrica y enfrentar la crisis de contaminación en los océanos, por la presencia de plásticos, entre otros desafíos apremiantes.

La asamblea culmina el próximo viernes 15 de marzo.