Ola de frío de EEUU anima el escepticismo sobre el calentamiento global

Condiciones extremas como las que se dieron esta semana en Estados Unidos ya se produjeron en el pasado y, tal y como vaticinan los expertos, a medida que el clima continúa calentándose se espera que aumente su frecuencia

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El frente ártico que ha congelado buena parte de Estados Unidos esta semana ha servido también para levantar de nuevo dudas sobre el calentamiento global.

“Hace frío. Al Gore me dijo que esto no pasaría”, afirmó el senador republicano Ted Cruz, en referencia al exvicepresidente estadounidense, premio Nobel de la Paz por su activismo medioambiental.

“El calentamiento global no es tan cálido estos días”, señaló el legislador republicano John Fleming en su cuenta de Twitter, mientras que otro compañero de partido, el senador Jim Inhofe, calificó el cambio climático como una idea casi ridícula.

“Ningún episodio meteorológico por sí solo puede demostrar o refutar el cambio climático global”, sentenció John Holdren, asesor de Ciencia y Tecnología del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un vídeo difundido por la Casa Blanca.

Los cuestionamientos no los comparten en la comunidad científica, convencida de que este fenómeno no contradice el cambio climático.

Los científicos recuerdan que al hablar de clima se utilizan promedios y que, en los últimos años, se han acumulado pruebas más que suficientes como para no recelar del cambio climático.

Más bien, en la comunidad científica el debate se está centrando ahora en si el cambio climático ha influido de alguna forma en la ola de frío y en ese tema sí hay opiniones divididas.

“No creo que la ola de frío esté vinculada directamente al cambio climático global. Es algo que sólo ocurre una vez cada cierto tiempo”, asegura el presidente del comité de Variabilidad y Cambio Climático de la Sociedad Meteorológica Americana y profesor de la Universidad de Albany, Aiguo Dai.

Otros investigadores sí ven una relación, como Judah Cohen, quien trabaja en la unidad de Investigación Atmosférica y Ambiental de Verisk, una firma dedicada a la evaluación de riesgos, y apunta al reciente calentamiento del Ártico como posible causa.

“Nuestra investigación sugiere que un Ártico cálido está relacionado con el tiempo frío en los contenidos en latitudes medias”, explica Cohen sobre un fenómeno denominado Ártico caliente, continentes fríos que él compara con el dilema del huevo y la gallina.

“¿Está caliente el Ártico porque ha aumentado el flujo norte-sur que transporta aire caliente al océano mientras el aire frío desciende a latitudes medias, o puede un Ártico más cálido incrementar el flujo de aire norte-sur que después provoca la llegada de aire frío a latitudes meridionales?”, se pregunta Cohen.

“Si la gente encuentra este frío sorprendente es porque las cosas se están calentando”, dice, por su parte, el climatólogo Gavin Schmidt, del Instituto Goddard de la Agencia Espacial estadounidense (Nasa).

Los meteorólogos han coincidido en señalar un inusual desplazamiento hacia el sur del vórtice polar como el origen más inmediato del frío extremo que azotó esta semana de Estados Unidos, aunque las razones que lo motivaron han sido más discutidas.

El vórtice es una zona de baja presión que se encuentra en las capas altas de la atmósfera y que habitualmente mantiene las masas de aire frío cerca del polo, pero su debilitamiento dejó que las corrientes frías llegaran más al sur y cubrieran gran parte del territorio estadounidense.

En todo caso, condiciones extremas como las que se dieron esta semana en Estados Unidos ya se produjeron en el pasado y, tal y como vaticinan los expertos, a medida que el clima continúa calentándose se espera que aumente su frecuencia.