Investigadores ticos hallan residuos plásticos en peces de consumo humano

Material fue descubierto en el tracto digestivo de 30 especímenes recolectados en las cercanías del puerto de Caldera, en la provincia de Puntarenas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Investigadores de la Universidad de Costa Rica (UCR) encontraron residuos de plástico en el tracto digestivo de peces procedentes del Pacífico nacional, y cuya especie es utilizada tanto para el consumo humano, como para carnada.

El descubrimiento fue hecho por estudiantes de tercer año de la carrera de Biología de la UCR, luego de analizar 30 peces adultos de la especie Opisthonema libertate, conocida como sardina gallera, informó la casa de estudio en su portal web.

“En todos los individuos examinados se encontraron residuos de plástico, que por la acción del mar se degradan", indica la información. Las partículas halladas fueron catalogadas como microplásticos, lo que quiere decir que su tamaño es menor a cinco milímetros (0,05-5mm).

De acuerdo con la UCR, esta es la primera investigación que se efectúa en el país con la familia de peces filtradores Clupeidae, denominados así porque se alimentan abriendo la boca y por acción mecánica succionan el agua; el alimento de estas especies marinas son pequeños organismos como el zooplancton.

Los investigadores habrían seleccionado a estos especímenes porque "sirven como indicadores de un determinado momento, especialmente estos que son de vida corta”.

“Se eligió a los peces para examinar la presencia de microplásticos en animales porque son más fáciles de estudiar, y a los peces filtradores debido a que estos poseen un tracto digestivo más uniforme que otras especies”, indica la información.

La investigación

Los estudiantes Luis Bermúdez Guzmán, Gabriel Jiménez Huezo, Marco Rodríguez Arias, Crista Alpízar Villalobos, Johan Gatgens García y Bleimer Fallas Villarreal, realizaron la investigación para un curso de Zoología.

El estudio se desarrolló en el último cuatrimestre del 2018, bajo la dirección de la especialista Helena Molina Ureña y con la asesoría de los profesores Juan J. Alvarado Barrientos y Keilor Rojas Jiménez.

La muestra de 30 peces fue recolectada en las cercanías del puerto de Caldera, en la provincia de Puntarenas; la integraban 25 machos y cinco hembras, con una longitud de 26,5 centímetros en promedio.

El análisis de los peces se efectuó en los laboratorios del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la UCR. Los residuos plásticos fueron catalogados como fibras (como sintéticas o de ropa) y partículas (de otras fuentes).

En total se identificaron 1.101 piezas de plástico dentro del tracto digestivo de los peces, de las cuales, 875 son fibras y 226 partículas. “En cada individuo se identificó en promedio 29 fibras y 8 partículas", señala el sitio web de la UCR.

Impacto

Los investigadores planean realizar una publicación científica en la que se detallen resultados de la investigación y, seguidamente, “desarrollar una segunda etapa del estudio para identificar el tipo de material plástico encontrado y a qué clase de objetos pertenece”.

También están considerando incrementar el tamaño de la muestra y replicar la investigación en distintos momentos del año.

En cuanto a las implicaciones que tendrían estos resultados, la UCR señala que aún es muy pronto para conocerlos, eso sí, los estudiantes advirtieron que los microplásticos "sirven como andamio para que bacterias y otros organismos se agrupen y formen biopelículas que podrían ser dañinas para los corales y otros animales.

“Asimismo, el plástico contiene aditivos químicos que pueden funcionar como disruptores endocrinos y afectar la vida marina, como provocar cambios en el sexo de los organismos”, añadieron.

Marco Rodríguez, uno de los estudiantes participantes, expresó su preocupación por la salud de la vida marina, “ya que hay zooplancton que puede estar consumiendo microplásticos y que sirve de alimento para los peces filtradores, que a su vez pueden ser consumidos por otros peces y estos por aves. Por lo tanto, hay efectos en el nivel trófico (alimenticio) y un impacto ecológico en diversas especies marinas”.