Familias más pequeñas pueden ayudar a reducir la huella ecológica en el planeta

Planteamiento fue expuesto por el suizo Mathis Wackernagel, creador del concepto que permite medir el impacto de las actividades sobre los recursos naturales de la Tierra

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Para el suizo Mathis Wackernagel, el preguntarnos “cuántos somos”, es una de las vías que puede encaminar a los países en la ruta correcta para reducir su déficit ecológico.

El creador del concepto de la 'huella ecológica’, asegura que una de las formas de disminuir el impacto que tienen los hábitos de consumo de las personas sobre los recursos naturales, es conformar sociedades compuestas por núcleos familiares reducidos.

A criterio del experto, las familias pequeñas no solo benefician al planeta, sino también a ellas mismas, ya que mejora sus posibilidades de acceder a servicios de salud y educación de mayor calidad.

Consultado sobre cómo las familias pequeñas impactarían los sistemas de pensiones de países como Costa Rica, el ingeniero mecánico aseguró, que si bien “cada cambio tiene problemas" y que “nada es gratis", al colocar ambas situaciones en una balanza, los gobiernos se darían cuenta que "otros problemas son todavía más difíciles de resolver, porque la Tierra no se expande”.

Wackernagel indicó también que la longevidad de las personas, de igual manera, debe ser un aspecto tomado en consideración, ya que “como vivimos más años ahora, no es posible retirarnos al cumplir 50, o, 60, pero tal vez al llegar a 65 ya no tengamos que trabajar 40 horas a la semana, tal vez solo dos días, pero no es posible vivir más tiempo y retirarnos más joven".

“Menos posible es hacer la población más grande, porque no hay los recursos (necesarios), entonces esos problemas son mucho más severos que las pensiones, debemos reformar”, agregó.

Hacer el cambio hacia familias pequeñas, es tan solo una de las cuatro propuestas que Wackernagel expuso durante su participación de este viernes en el I Congreso de Sostenibilidad, Ecología e Innovación (See 2018), que organiza Parque Viva, en La Guácima de Alajuela.

El resto de recomendaciones van desde el entorno hasta la forma en que las personas se alimentan.

Una de ellas tiene que ver con la forma en que las ciudades son diseñadas; la fórmula ideal está en la construcción y ejecución de urbes compactas, energéticamente eficientes y en donde los habitantes no dependen de los automóviles para poder movilizarse.

Como referencia Wackernagel, comparó el caso de la ciudad de Atlanta en Estados Unidos y la comparó con Siena en Italia, donde la experiencia norteamericano consume cuatro veces los recursos de su par europea.

“Cómo estructuramos nuestras ciudades hace gran diferencia y continuamos construyendo sitios como Atlanta, en lugar de Siena”, dijo. Y en caso de que le pregunten en cuál de las dos ciudades preferiría vivir, el experto no lo pensaría dos veces para responder: Siena.

Otro elemento tiene que ver con la manera en que se genera agua y se provee la energía; cuyo enfoque debería estar dirigido a utilizar fuentes renovables.

Finalmente, se encuentra el asunto de la forma en que las personas se alimentan; un elemento clave a tomar en consideración es que muchos de estos recursos terminan como desperdicios, de ahí la necesidad de modificar estos hábitos, ya que la producción de comida también tienen su impacto en el medio ambiente.

El suizo recalcó la necesidad de tomar acciones decisivas, ya que según las estimaciones de la organización, Global Footprint Network, que él lidera, la humanidad está utilizando actualmente la naturaleza 1,7 veces más rápido de lo que los ecosistemas son capaces de regenerarse. Esto es similar a usar 1,7 planetas Tierra, para que las personas de todo el mundo puedan mantener su modo de vida.

Para demostrar la severidad de este problema, crearon el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra (Overshoot Day). Esta fecha no se encuentra fija en el calendario, ni corresponde a un mes o día en específico, todo lo contrario, se ha movido desde finales de setiembre, en 1997, al 1.° de agosto, durante este año.

Una marcada tendencia desde que a principios de 1979 el mundo sobrepasara por primera vez el uso de los recursos naturales.

Pero el escenario no es del todo negativo, ya que es posible dar marcha atrás a este patrón de consumo, si las personas se unen para postergar cada año en cinco días, la fecha del Día de la Sobrecapacidad de la Tierra. Si esto se alcanza, entonces para el año 2050, la humanidad volvería a utilizar los recursos naturales de menos de un planeta Tierra.

Durante su intervención, el suizo hizo constantes referencias a la situación en Costa Rica, pero evitó mencionar directamente si el país estaba en déficit o no, como una forma de generar interés entre los asistentes, revisar la base de datos de la organización que lidera, según reconoció él mismo.

Pero su conocimiento del país quedó claro en varias ocasiones, incluso inició su charla magistral diciendo: “Soy Mathis, nací en la Costa Rica de Europa”.

También se refirió a Christiana Figueres como “uno de los tesoros nacionales” costarricenses, cuando mencionó los datos de un informe elaborado por la exsecretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.