Especie elegida como mascota del Mundial es vulnerable a extinción

Estos armadillos brasileños perdieron un tercio de su población en 10 años

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El armadillo brasileño de tres bandas, cuyo nombre científico es Tolypeutes tricinctus , fue el elegido para personificar a Fuleco, la mascota de la Copa Mundial de Fútbol 2014.

Lo que muchos no saben es que es vulnerable a la extinción, pues ha perdido más de un tercio de su población en los últimos 10 o 15 años. Así se desprende de la última lista roja de especies amenazadas, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Esta no es del todo una mala noticia, pues, en la lista anterior, el animal figuraba entre las especies bajo amenaza de extinción, una categoría de riesgo mayor que la actual. Sin embargo, la lucha por salvar a estos armadillos se hace más intensa conforme se acerca el primer partido del Mundial.

Los especialistas sostienen que el futuro del Tolypeutes tricinctus se ha visto comprometido por la eliminación de la mitad de su hábitat, la caatinga (bosques secos del noreste de Brasil).

Según un artículo científico recientemente publicado en la revista Biotropic , solo está protegida el 4,6 % de la superficie donde vive el armadillo, que suma 731.981 kilómetros cuadrados (km²).

Esta especie, de 40 centímetros de longitud, puede encerrarse en sí mismo y convertirse en una “bolita” cuando se siente en peligro. La esfera que forma su caparazón se parece ligeramente a una bola de fútbol, razón por la cual fue escogida como mascota.

Al rescate. La vulnerabilidad del armadillo brasileño, así como su nuevo protagonismo por la Copa, hicieron que el Gobierno de ese país ideara un plan para salvarlo. El plan de conservación se definió en una reunión con 35 investigadores de diversas áreas.

Este encuentro fue coordinado por el Instituto Chico Mendes, ente vinculado con el Ministerio del Ambiente, y tuvo lugar en la Reserva Natural Serra das Almas, en el estado de Ceara, una de las “casas” del hermano menor de Fuleco.

La estrategia tiene un horizonte de aplicación de cinco años y, entre otras medidas, propone ampliar las áreas de conservación, crear corredores verdes para unirlas y financiar un centro de estudios.

No obstante, este plan nacional no ha detallado aún el tamaño de las zonas por convertirse en reservas naturales, pese a que el Gobierno comenzó a identificar potenciales áreas de conservación desde el año 2000.

Otro grupo de científicos lanzó un desafío a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y al Gobierno brasileño; así, en un artículo publicado en la revista Biotropic sugirió que se protejan 10 km² de la caatinga por cada gol que se marque en el Mundial.

Según el investigador Felipe Melo, el promedio de los últimos tres campeonatos fue de 170 goles, una cifra que, de repetirse, generaría la protección de 1.700 km² de caatinga , en tanto el Gobierno acoja esta idea.

Estos científicos también propusieron que el Gobierno recupere el proyecto Parques del Mundial, un plan para mejorar las infraestructuras de los parques nacionales. Este fue anunciado en el 2011, “ha sido prácticamente abandonado”, lamentó Melo.