Cuatro nuevas especies de pulpo fueron descubiertas en las profundidades de Costa Rica

Una de esas especies de pulpo se llama ‘Dorado’, porque ese es el nombre del monte submarino donde fue hallado, en el Pacífico central; las otras tres están en proceso de ser descritas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Las profundidades del Pacífico central de Costa Rica son el hogar de cuatro especies de pulpos nuevas para la ciencia. Una de ellas recibió como nombre popular “Dorado”, en honor al monte submarino donde fue descubierto, su nombre científico está siendo analizado. Las otras tres especies están a la espera de su descripción científica y denominación.

Este descubrimiento es parte de dos expediciones que realizaron un grupo de científicos nacionales e internacionales a un sitio bautizado como “La Pulpería”, una porción del fondo marino tico ubicada a unos 200 kilómetros y 2.827 metros de profundidad de la costa del golfo de Nicoya, en un área de montes submarinos; específicamente en uno llamado El Dorado.

La pulpería tiene pulpos y una gran variedad de animales y flora marina en un pequeño espacio: justo como pasa en una pulpería costarricense con su variedad de productos. Ahí hay una “sala de maternidad” y una guardería para pulpos bebés.

Las cuatro especies ya fueron identificadas y están en proceso de descripción a cargo de Janet Voight, curadora de invertebrados del Museo de Historia Natural Field, en Chicago, Estados Unidos, y de Fiorella Vásquez, del Museo de Zoología de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La especie “Dorado” pertenece al género Muusoctopus, que reúne especies de pulpos de pequeños a medianos que, a diferencia de otras especies, no tienen un saco donde guardan la tinta que les permite defenderse de depredadores. De las cuatro especies descubiertas, solo el “Dorado” fue observado depositando huevos en los manantiales hidrotermales. Este descubrimiento suma evidencia de que el género Muusoctopus evolucionó para colocar sus huevos en manantiales tibios en las profundidades marinas.

De acuerdo con un comunicado enviado por el Schmidt Ocean Institute, entidad a cargo de las expediciones científicas, está nueva especie es pariente del pulpo Perla, que se encuentra en California, donde se encontró otra “sala de maternidad de pulpos” en las profundidades marinas.

---

Profundidad marina va más allá de pulpos

El equipo de científicos también encontró otra “sala de maternidad” de rayas en el punto alto de otro monte marino en aguas costarricenses. Lo bautizaron como Skate Park, un juego de palabras, porque en inglés skate es la palabra que se utiliza para decir patinaje y para referirse a las rayas, los científicos indicaron que parecía como si las rayas estuvieran patinando en la cima del monte marino, entonces eligieron ponerle “parque”, para tenerlo con los dos significados.

También se hallaron tres manantiales hidrotermales que estaban a una distancia de 10 a 30 millas náuticas (de 18,52 a 55,56 kilómetros). Cada manantial tiene diferentes temperaturas de fluido y su composición química también varía. Según los científicos, esto indica una reacción única a los procesos que facilitan su formación.

Otros descubrimientos

Los científicos costarricenses han viajado con colegas de varias partes del mundo en dos ocasiones: una en julio y otra en diciembre. En junio se recolectaron muestras de 150 especímenes, y en diciembre, de 160. Todas serán resguardadas en el Museo de Zoología de la UCR.

Esta recolección pudo hacerse gracias a los implementos del barco-laboratorio Falkor Too. De esta embarcación sale un vehículo submarino llamado Subastian (juego de palabras de submarino y Sebastián), el cual tiene un robot que es manejado desde la superficie. Este tiene brazos con diferentes tipos de herramientas que recogen muestras.

El biólogo Sergio Cambronero, de la Universidad Nacional (UNA), explicó en una entrevista anterior que la operación cuenta con todos los permisos de las autoridades costarricenses, pero como el fondo marino es un ecosistema muy frágil, se procura causar el menor daño posible y tomar únicamente las muestras que son estrictamente necesarias.

Para el también biólogo costarricense Jorge Cortés, cojefe de las expediciones, lo alcanzado puede abrir puertas a cambios en políticas, por el impacto que tiene en el conocimiento de las aguas del Pacífico costarricense.

“La esperanza es crear conciencia que pueda evolucionar a políticas que protejan el fondo marino del país”, expresó.