Desde este miércoles 1.° de octubre, las advertencias sobre posibles tsunamis del Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Hawai (PTWC), dirigidos a cada país ya no usarán los términos de "alerta" ni "vigilancia", sino "amenaza".
Por lo anterior, cada país -y no el PTWC- será el responsable de decretar un estado de de alerta o de vigilancia.
En el caso de Costa Rica, el primer receptor de esas comunicaciones es el Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (Sinamot), integrado por oceanógrafos de la Universidad Nacional (UNA) e ingenieros marítimos de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Esta entidad se encargará de emitir un criterio científico acerca de la amenaza de tsunami para nuestro país y será la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) la responsable de decretar posibles alertas para la población y ordenar evacuaciones u otras medidas.
Además, a partir de este 1.º de octubre el PTWC emitirá boletines abiertos al público, de tal forma que un particular inscrito a dicha organización podrá recibir la información que incluye temas de interés sobre el fenómeno de los tsunamis.
En el 2007 un terremoto en Perú generó una de las alertas de tsunami para la región. Esa vez la Comisión Nacional de Emergencias dictó una alerta preventiva y muchos vecinos de Puntarenas se movilizaron a toda prisa hacia zonas altas. Horas después se levantó la alerta, pero una buena cantidad pasaron en zonas lejanas de la costa por temor al oleaje.
Para estar a la vanguardia en la prevención y el conocimiento de estos fenómenos naturales, la UNA inauguró el 16 de setiembre una moderna sala de monitoreo de tsunamis, la primera de Centroamérica, ubicada en las instalaciones del Departamento de Física. Esta sala permite lecturas más precisas ante inminentes emergencias.
También el Campus Chorotega de la UNA, Nicoya, fue el escenario días atrás del Sexto Simposio Internacional de Tsunamis, que reunió aquí a los más reconocidos especialistas en ese campo.