Biólogos de UCR crean ‘biblioteca acústica’ con sonidos de murciélagos ticos

Gloriana Chaverri Echandi y Marcelo Araya Salas crearon sitio para albergar sonidos de estos mamíferos; ellos emiten señales de ultrasonido que el oído humano no puede captar

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¿Ha escuchado alguna vez sonidos emitidos por un murciélago? Probablemente, si usted ha estado cerca de uno, estará tratando de recordar sin mucho éxito.

Esto es porque estos mamíferos voladores emiten sonidos ultrasónicos (de alta frecuencia), que están por encima de las frecuencias del sonido audible para los seres humanos. En otras palabras, nuestro oído es incapaz de escuchar esos sonidos, pero eso no quiere decir que no existan.

Para las distintas especies de murciélagos estos sonidos son sumamente importantes, pues su valor va más allá de la comunicación. Son vitales para un proceso de autocomunicación llamado ecolocalización, que consiste en emitir un sonido que choca contra una superficie y regresa en forma de eco. Esto les permite obtener información del medio donde viven y con ello orientarse, localizar obstáculos y conseguir alimento.

Mediante las gestiones de los biólogos costarricenses Gloriana Chaverri Echandi y Marcelo Araya Salas, ambos de la Universidad de Costa Rica (UCR), se creó un repositorio abierto para albergar grabaciones de señales acústicas emitidas por murciélagos de todo el mundo, las cuales también cumplen un importante rol social.

“Los murciélagos son animales nocturnos. Al comunicarse unos con otros, un individuo emite una señal, otro la recibe y quien recibe reacciona de alguna forma. Pueden ser llamados para atraer pareja o indicaciones para decir dónde están y mantenerse unidos”, expresó Chaverri.

Gracias al avance de la tecnología que permite hacer registros más precisos, con equipo de grabación profesional, la comunidad científica ya había podido determinar con mayor precisión estos sonidos. Sin embargo, no existía un sitio abierto que permitiera albergar y compartir este tipo de datos acústicos.

Chaverri y Araya propusieron, entonces, la creación de un repositorio abierto para albergar de forma sistemática los llamados de murciélagos que ellos y otros científicos generan.

Le escribieron entonces a Willem-Pier Vellinga, uno de los creadores de Xeno-Canto, un sitio que alberga diferentes sonidos de la naturaleza y le propusieron crear uno para murciélagos. El repositorio permitirá no solo que las personas puedan escucharlos, sino que también será un gran aliado en la investigación biológica.

Escuchar para identificar

La plataforma de Xeno-Canto para murciélagos se puso a disposición del público en mayo de 2023 y en un mes y medio ya suma 220 grabaciones de Costa Rica, Italia, Israel, España, Francia y Marruecos. Puede accederse en el sitio https://xeno-canto.org/explore/taxonomy.

Tener esta “biblioteca acústica” hará posible entrenar algoritmos para el reconocimiento automático de especies. En otras palabras, permitirá que los algoritmos identifiquen llamados y así agilicen el trabajo de la ciencia. Pero esto no es algo sencillo, explicó Chaverri.

“Se necesitan muchos, muchos llamados para poder entrenar adecuadamente un algoritmo. Lo que va a permitir esto es que, personas u organizaciones que requieren los llamados con fines de investigación y sin fines de lucro, tengan acceso y puedan crear sus propios algoritmos de identificación de una manera gratuita”, manifestó la investigadora.

Tener esta base de datos acústica permite que cualquier persona capacitada para obtener grabaciones e identificar a qué especie corresponden pueda contribuir de una manera muy sencilla, con solo “subirlas” al sitio web. Eso sí, no es para que cualquier persona haga uso de esto; deben ser profesionales que tengan el conocimiento para identificar un sonido y así contribuir con el conocimiento.

Este repositorio permitirá supervisar las especies de murciélagos o las zonas de conservación.

Por otra parte, el libre acceso a las vocalizaciones de los murciélagos permitirá nuevas vías de investigación a escalas geográficas, temporales y evolutivas más amplias, de forma similar al impacto que los repositorios de vocalizaciones de aves han tenido en la investigación bioacústica de este grupo.

Finalmente, cualquier persona puede escuchar y saber cuáles son esos sonidos de los murciélagos que en su ambiente natural los humanos no podemos identificar.