Julio Escoto: “Quiero que los lectores ticos entren al mundo maya a través de mi novela”

Escoto es narrador, poeta, ensayista y crítico literario. Entre sus obras destacan La balada del pájaro herido y otros cuentos (1969), El árbol de los pañuelos(1972), Días de ventisca, noches de huracán (1980), El general Morazán vuelve a marchar desde su tumba (1992).

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San José.

El escritor hondureño Julio Escoto quiere que los humanos del siglo 21 conozcan cómo era el universo de los mayas que habitaron en Copán, cuya civilización se vino abajo en el año 800 d.C. El autor fue invitado por Uruk Editores para presentar su nueva novela Magos, Mayas, Monjes Copán como parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro 2014.

Escoto es narrador, poeta, ensayista y crítico literario. Entre sus obras destacan La balada del pájaro herido y otros cuentos (1969), El árbol de los pañuelos (1972), Días de ventisca, noches de huracán (1980), El general Morazán vuelve a marchar desde su tumba (1992). En 1975 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa de Honduras.

El libro Magos, Mayas, Monges Copán se presenta hoy a las 6 p.m. en el salón Alberto cañas, en la antigua Aduana

¿Cómo fue que surgió su interés en escribir una novela sobre una civilización precolombina?

Trabajé 12 años como editor con una organización hondureña llamada Asociación Copán, que se dedica al que se dedica al estudio de esta cultura y durante ese tiempo publiqué sus investigaciones arqueológicas. En una oportunidad publicamos un libro llamado “Visión del pasado maya”, el cual no solo analizaba los restos arqueológicos en piedra sino también visualizaba cómo había sido la vida diaria en Copán una ciudadela maya que sucumbió alrededor del año 820 d.C. Ese libro analizaba qué comían, qué bebían, cuáles eran sus instrumentos musicales, cómo era su organización social. Ahí tenía todos los elementos históricos y lo que hacía falta era una trama novelesca.

¿Cuánto de ficción y cuánto de realidad hay en su novela?

El trasfondo de la obra, es decir, las características de la ciudad, las costumbres, los sitios, sí es real. Lo que es ficticio es la conspiración que se produce y que es el nudo del relato.

¿Podría adelantarnos algo sobre la trama?

Está situada en el año 800 d.C, después de Cristo, durante la era de Yax Pasah, el último de los gobernantes de Copán. Había grupos de comerciantes como los pieles, de sal, de granos básicos, de carbón que adquirieron un poder económico bastante fuerte y empiezan a tener influencia y dominio sobre el gobernante. El deseo de dominar se sale de control entonces estos grupos organizan una conspiración para derrocar a Yax Pasah. En medio del conflicto el tiene una revelación de los dioses

¿Cómo retrata usted al último gobernante de Copán?

Yax Pasah fue el gobernante número 16 de Copán y el último. Su nombre significa “madrugada” Fue un gran constructor, pero a él se le cayó la civilización aunque todavía no se sabe exactamente por qué. En la novela, Yax Pasah atraviesa por un periplo de sufrimiento cuando intentan derrocarlo y eso lo lleva a descubrir un Copán que él no conocía porque es de clase alta, nunca había andado en la calle. La novela presenta un mundo con muchas características de realidad y una historia paralela imaginada que pudo haber sido real también.

Además del poder político, ¿qué otros elementos se destacan en la novela?

El poder religioso y los elementos místicos como por ejemplo la ceiba, su árbol sagrado que que comunica el exterior con el inframundo, su entendimiento de los dioses, el extraordinario dominio de la matemática y de la astronomía. Los mayas solo se equivocaron tres segundos para calcular la duración de un día. La novela le entrega al lector información que le puede resultar importante.

¿Cómo se diferencia Copán de otras ciudadelas mayas en México o Guatemala?

Copán cubre una pequeña porción del territorio hondureño, quizás unos 17 kilómetros cuadrados. El sitio arqueológico ronda los 12 kilómetros cuadrados y es un emplazamiento que cuenta con muchos edificios y templos, aunque no son tan altos como los de Tikal (Guatemala), pues alcanzan unos 20 ó 30 metros de altura. La característica principal de los mayas de Copán fue la escultura. No hay lugar en el mundo maya que haya desarrollado la escultura de una manera tan fina como ellos. Realizaron escultura en piedra y en obsidiana, que es muy difícil de trabajar porque se necesitan instrumentos de metal que los mayas no tenían, entonces no se sabe cómo hicieron esas figuras llamadas excéntricos.

¿Cómo describiría su estilo de narración en esta obra?

Traté de que el dato arqueológico se notara poco. Lei todo lo que podría leer y después me olvidé de ello para convertirlo en novela. Me concentré en la cosmovisión de los mayas, en su vida diaria y su vida a largo plazo. Me interesó destacar sus ideas sobre la vida y la muerte, que es un tema diario y siempre vigente para ellos.

¿Cuáles son los elementos que sobresalen en esa cosmovisión?

Su visión de mundo se basa en una relación diaria con la divinidad. El ser humano en el presente vive la misma circunstancia: no hay momento en el que no digamos “gracias a Dios”, “Dios quiera”, “que Dios me ayude”. Todavía existe un apego muy fuerte con la visión de Dios y en el caso de los mayas era todavía más intensa. También se destaca el elemento mágico y supersticioso.

¿Cuál es su expectativa sobre la Feria del Libro y el público costarricense?

Gran parte de mi vida ha estado relacionada con Costa Rica mi nieta y mi nuera son costarricenses, mis hijos se formaron aquí, etc. Pero mi objetivo como escritor es motivar el interés en un tema tan provocador como el de los mayas. Quiero que el público tico entre al mundo de los mayas a través de mi novela.